EL INSTITUTO PARA OBRAS DE RELIGIÓN DE LA SANTA SEDE OBTUVO BENEFICIO NETO DE 29.6 MILLONES DE EUROS EN EL 2022
CIUDAD DEL VATICANO (6 Junio 2023).- Publicado el informe sobre las actividades del Instituto para Obras de Religión: se mantiene el compromiso de cumplir "los estándares éticos y normativos internacionales más exigentes". La calificación de Moneyval la sitúa "entre las instituciones mejor clasificadas del mundo". En un periodo de incertidumbre en el sector bancario, el IOR "destaca por su elevada solidez patrimonial y robusta liquidez".
El martes 6 de junio de 2023 se publicó el informe
anual sobre las actividades del Istituto per le Opere di Religione (Instituto
para las Obras de Religión) que, según la reciente normativa promulgada por el
Papa Francisco, se encarga "exclusivamente" de la función de
"gestor patrimonial y depositario del patrimonio mobiliario de la Santa
Sede y de las Instituciones vinculadas a la Santa Sede". Un comunicado de
prensa informa de que el beneficio neto fue de 29,6 millones (fue de 18,1
millones el año anterior), el margen de interés neto fue de + 3,7%, el margen
de comisión neto fue de + 20,9%, y que la calificación de Moneyval sitúa al IOR
"entre las instituciones mejor clasificadas del mundo".
"Por undécimo año consecutivo -se lee en el
comunicado-, el Istituto per le Opere di Religione (IOR) publica su Informe
Anual que contiene los Estados Financieros de 2022 preparados en conformidad
con los principios contables internacionales IAS-IFRS. Los Estados Financieros
recibieron un informe sin salvedades de la empresa auditora Mazars Italia
S.p.A. y, el 25 de abril de 2023, fueron aprobados por unanimidad por el
Consejo de Superintendencia del IOR y, tal y como exigen los Estatutos,
transmitidos a la Comisión de Cardenales para su examen. En vista de la solidez
del Presupuesto 2022 y teniendo en cuenta las necesidades de capital del IOR,
la Comisión de Cardenales decidió la distribución de los beneficios".
Para garantizar que el Instituto "pueda mantener
sus objetivos de desarrollo a largo plazo", el Consejo de Superintendencia
recomendó a la Comisión Cardenalicia que mantuviera una "política prudente
en la distribución de dividendos como en 2022". Un enfoque, dice el
informe, que "se ha visto reforzado por las recientes crisis bancarias en
Estados Unidos y Europa y por la necesidad de proteger al Instituto a largo
plazo, dado el peculiar contexto en el que actúa". Por lo que respecta a
los beneficios de 2022, el Consejo ha propuesto a la Comisión Cardenalicia la
distribución de un dividendo de 5,2 millones de euros".
La recomendación del Consejo es distribuir el
dividendo de esta manera:
- 3 millones de euros para las obras religiosas del
Papa Francisco;
- 2 millones de euros para las actividades caritativas
de la Comisión Cardenalicia;
- 200.000 euros para las actividades caritativas
coordinadas por el Prelado del Instituto.
En su introducción, el Cardenal Santos Abril y
Castelló, Presidente de la Comisión Cardenalicia, recordó que "en 2022
concluyó también el primero de los procesos judiciales emprendidos por el IOR
para pedir justicia por los abusos perpetrados contra él. En el frente
judicial, el Instituto ha logrado también un importante éxito con la
confiscación definitiva y la recuperación de sumas significativas, confirmando
su voluntad de perseguir hasta el final a quienes, en el pasado, han dañado la
imagen del Instituto. Estos procedimientos están abiertos tanto en el Vaticano
como en el extranjero". 17.229.882 euros, sustraídos ilegalmente al
Instituto antes de 2014, fueron recuperados tras un largo proceso judicial.
El prelado, monseñor Battista Ricca, señala que
"se ha tomado conciencia de que el Instituto forma parte de un organismo mucho
más grande e importante y que este organismo no es el mundo financiero, sino la
Santa Sede. La toma de conciencia de esto ha hecho que disminuya mucho el
pensar ser independientes en la actuación y de poder actuar casi como si
estuviéramos por encima de cualquier norma. Además, el fantasma de auténticas
catástrofes del pasado siempre está ahí para mantenernos con los ojos bien
abiertos".
En el informe de gestión, el Presidente del IOR,
Jean-Baptiste de Franssu, escribe que "en 2022, la dirección del Instituto
se centró en varios ámbitos: la mejora continua de la gestión de las
inversiones, la ampliación de las políticas éticas, la introducción de una
nueva plataforma informática, la contratación de más profesionales y la
introducción de una política de ‘evaluación del personal y sistema de
incentivos’ que introduce un sistema de remuneración transparente y
estructurado basado en los resultados alcanzados".
En la sección del informe dedicada a las informaciones
de carácter operativo, el director general del IOR, Gian Franco Mammì, comunica
que al 31 de diciembre de 2022 "los activos del estado patrimonial del IOR
ascendían a 2.800 millones de euros". A los medios vaticanos, Mammì
explica que "en este periodo de incertidumbre en el sector bancario, el
IOR destaca por su elevada solidez de capital y su robusta liquidez", con
parámetros "muy por encima de las exigencias reglamentarias, lo que lo
convierte en uno de los Institutos más sólidos del panorama bancario
internacional".
El Director General subraya a continuación que
"en general, la gama de servicios bancarios y de inversión se ha ampliado
para responder mejor a las necesidades de una clientela cada vez más informada
y exigente. Esto también ha sido posible gracias a la utilización de
plataformas y programas informáticos cada vez más innovadores por parte del
banco, que sigue invirtiendo en la digitalización".
Por último, Mammì recuerda que "el Istituto per
le Opere di Religione es la única institución financiera al servicio de la
Iglesia en el mundo que basa su actividad en el principio de coherencia con la
ética católica y no en el principio del mayor beneficio posible, respetando las
normas y las mejores prácticas bancarias internacionales".
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