FALLECE LA EDUCADORA DE GENERACIONES SOR LUCÍA, LLEVABA VARIOS AÑOS AQUEJADA DE SALUD EN CASA DE RETIRO DE LAS MERCEDARIAS EN EL DISTRITO NACIONAL
Sor Lucía fue directora del Colegio Oficializado San
Rafael de San Cristóbal.
La religiosa llegó a la República Dominicana el 30 de
septiembre de 1950.
Fue educadora de generaciones en el país, principalmente
en San Cristóbal.
Quién
fue Sor Lucía
Sor Lucía, como era conocida, nació el 5 de octubre de
1928 en Almendralejo-Badajoz, España, en el seno de una familia muy religiosa,
en el hogar de Tomás Aullol y Carmen Guerrero. Desde muy pequeña sintió el
llamado de Dios y se mantenía en
contacto con hermanas de nuestra congregación.
A la tierna edad de 17 años, en el despertar de su
juventud, emprendió su viaje vocacional, ingresando al noviciado de Granada el
16 de marzo de 1945. La confirmación de su compromiso llegó con su primera
profesión el 24 de septiembre de 1946, un acto que marcó el inicio de un camino
de servicio y amor incondicional.
Apenas contaba 21 años de edad cuando manifiesta su
vocación misionera y se embarca en una travesía que duraba dos meses con
destino a República Dominicana. Durante el viaje en Barco realiza su cuarta
Renovación de votos temporales en alta mar y llega a Santo Domingo el 30 de
septiembre de 1950,
La trayectoria de servicio de Sor Lucía inició en
Granada y se expandió en nueve comunidades del territorio dominicano. Sorprende
su capacidad de adaptación para servir en todas las áreas de Misión a las que
se le destinó. Aunque su fuerte era la educación trabajó en Hospitales,
cárceles y parroquias.
Algunos de estos destinos fueron: El Colegio Sagrado Corazón de Jesús de
Santiago, Instituto Oncológico Dr. Heriberto Pieter de Santo Domingo, Colegio
Oficializado San Rafael de San Cristóbal, Colegio Oficializado San José de
Montecristi, Hospital Padre Billini, Colegio Nuestra Señora de las Mercedes en
Santo Cerro, Comunidad de Pedernales, Comunidad de San Juan de la Maguana y
finalmente pertenecía a la Comunidad de la residencia de Hnas. Mayores en Santo
Domingo.
Sor Lucía se ha distinguido por su dedicación a la
promoción de las personas y la evangelización; es por ello que la hemos visto
dedicada a trabajar arduamente durante muchos años en la gestión de Centros educativos, en actividades
puntuales con niños de la calle, atención a los reclusos en diferentes cárceles
del país, ayuda directa a los pobres, promotora de diversas actividades para los
envejecientes, Catequesis parroquial, celebraciones de la Palabra, esmerada
ambientación de los tiempos litúrgicos en las Parroquias y en las comunidades,
Formación y trabajo conjunto con grupos de laicos, con su talento natural y artístico ha formado
diversos coros en escuelas y Parroquias.
Fue una hermana muy apreciada, ofreciendo orientación
y apoyo a aquellos que la necesitaban. Su compromiso con la comunidad y su
devoción a la Virgen María nuestra madre de la Merced eran ejemplares. Siempre
estaba dispuesta a servir a los demás y a encontrar formas innovadoras de
llevar el mensaje de Cristo a los corazones de niños, jóvenes y adultos.
En cada paso de su viaje, Sor Lucía nunca perdió de
vista su propio crecimiento. Nutrió su alma con formación humana-espiritual,
participando en cursos de renovación y dedicando un año sabático en Madrid.
Cada oportunidad de aprendizaje se convirtió en un escalón en su búsqueda
constante de la excelencia y la profundización en su fe.
Hoy, al mirar hacia atrás la vida de Sor Lucía, nos
encontramos ante un monumento de amor, caridad y compromiso abnegado. Sor Lucía
la misionera, la mercedaria de la caridad cuya vida floreció con frutos
innumerables, nos enseña que el amor y el servicio son las fuerzas que
trascienden el tiempo y el espacio, dejando una huella eterna en las vidas que
toca.
Descansa en la Paz del Señor, Sor Francisca Aullol
Guerrero (Sor Lucía).
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