LA MADRE DE MIRANDA, LA ESPOSA DE JULIO IGLESIAS ERA FANS DEL CANTANTE ESPAÑOL
MADRID, España (19 Septiembre 2023).- Miranda Rijnsburger (57) conoció a Julio Iglesias en 1990 en el aeropuerto de Yakarta, donde fue a trabajar como modelo. El artista, de entonces 47 años, la invitó al concierto que ofrecía esa noche y, aunque la holandesa, que tenía 25 años, tuvo dudas, aceptó.
Tras el recital, el español le propuso que lo acompañara en su gira por Asia. Ella dijo "sí", aunque, primero, se envió una carta con su nombre en el remite a su casa-flotante de Leimuiden, al sur de Ámsterdam, para contar que se iba con él. Por si le sucedía algo. Y le pasó. Se enamoraron. Su madre, Paula Bakker, fallecida en 2020, no daba crédito: ¡era una gran fan de Julito! Tras volver a Holanda por Navidad, Iglesias insistió para que viajara a Las Vegas, donde dio un concierto en Año Nuevo. En 1991, ya residía en Indian Creek (Miami).
Allí, formaron una familia de cinco hijos -Miguel, Julio, Victoria, Cristina y Guillermo- y vivieron como una pareja feliz, al que se unieron Chábeli, Julio y Enrique, hijos de su matrimonio con Isabel Preysler. La boda de Julio y Miranda no llegó hasta 2010. Este sábado, todos celebrarán el 80 cumpleaños del cantante en Bahamas, según avanzaba Jaime Peñafiel en LOC. Allí, Iglesias recaló en 1984 tras perder la voz, exhausto después de su primer éxito en inglés. ¿El diván del psiquiatra o el sol de Bahamas? Bahamas, sin duda. Compró un inmueble en Nassau y bautizó la casa como "Libra", el nombre de su siguiente disco. Allí, hacía submarinismo y se dejaba cuidar por Stella, la encargada del hogar, quien le preparaba pescados o cremas de conchas marinas.
Aunque a Miranda la conocemos desde hace más de tres décadas, las revistas siempre la representan con un halo de misterio. Pero, en las distancias cortas, esa sonrisa glacial se derrite y trasluce una personalidad cariñosa e inteligente. Solo fue modelo durante 1990, en la transición de los 24 a los 25, cuando conoció a Julio. Entonces, su padre, Wim Rijnsburger, quien trabajó en las salas de máquinas de buques transoceánicos, acababa de fallecer por un tumor cerebral con solo 48 años. "Fue traumático. Ese año, perdí a otras dos personas cercanas. Entonces, fui a la isla de Santa Lucía. Allí, había un fotógrafo haciendo un catálogo de ropa de baño. Me convenció para que posase", contó a este periodista en 2020. Como se le daba bien, dejó su trabajo en una empresa de recursos humanos en Róterdam y probó suerte en la moda. "Iba sobre todo a Canadá". Hoy es un icono de estilo.
La vida de Miranda, marcada por el duelo, tampoco ha sido fácil. Con 19 años fue a esquiar a Sauerland (Alemania). Un día, subió a una pista negra. Cuando saltó por un desnivel, se cayó. Se fracturó una vértebra y también la nariz. Necesitó seis meses de rehabilitación. Su existencia se parece a la de su marido. A su vez, con 19 años, Iglesias sufrió un accidente que casi lo dejó paralítico. En la cama del hospital, compuso La vida sigue igual, el primero de sus éxitos. Miranda me contó que Julio ha estado en los cinco partos de sus hijos y que siempre reza y les cuenta los dedos. Curiosamente, las manos de sus ocho hijos, suman 80 dedos. Los necesarios para cumplir la tradición. ¡Hey!.
Por EDUARDO VERBO/El Mundo
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