MÁS DE DOS MIL POR TERREMOTO SACUDIÓ MARRUECOS Y LA CIFRA SIGUE EN AUMENTO
MARRAKECH (10 Septiembre 2023).- La turística ciudad de Marrakech y sus alrededores sufren el terremoto más potente que se ha vivido en la historia reciente del país norteafricano, dejando miles de víctimas entre fallecidos y heridos.
Desde el avión, a vista de pájaro, la plácida alfombra en tonos marrones y verde oscuro desprende su calidez de siempre al arropar la geografía de Marruecos. Pero al acercarse a tierra, poco a poco se van percibiendo los estragos de la ira de la naturaleza. La parte vieja de la ciudad de Marrakech, antaño con sus imponentes murallas ocres es, tras el dramático terremoto que la sacudió el viernes por la noche, un manojo de escombros.
Las construcciones de adobe han cedido en su fragilidad a la fuerza del seísmo. Y los habitantes de la medina han sido desalojados en su mayoría por las autoridades. A falta de soluciones de realojo, los vecinos se han refugiado en explanadas como la de Lemhamid, donde se celebran tradicionalmente los multitudinarios rezos del calendario musulmán. Ahora las palabras de consuelo conviven con las oraciones.
"Gracias a Dios estamos bien toda la familia, pero hemos sufrido mucho y hemos pasado toda la noche sin dormir, en la calle". Todavía en pánico, así describía Mohamed F. la noche de pesadilla que se ha vivido en Marrakech en medio del seísmo más potente que se ha registrado en la historia reciente de Marruecos. El balance de víctimas mortales asciende a esta hora a 2.012 y hay más de 2.059 heridos
de los que 1.404 están en estado muy grave. El balance de fallecidos puede seguir escalando.
La turística ciudad de Marrakech, a unos 320 kilómetros de Rabat, ha sido una de las zonas más afectadas, como también las provincias de Al Hauz, Uarzarzat, Azilal Chichaua y Tarudant, según el Ministerio del Interior marroquí. El movimiento telúrico alcanzó una magnitud de 7 y de 6,8 en la escala de Richter, según diversas fuentes. Se produjo a las 23.11 hora local del viernes, ya pasada la medianoche en la Península, donde también se dejó sentir la sacudida. Su epicentro se sitúa en la localidad de Ighil, a unos 80 kilómetros al suroeste de Marrakech.
Las banderas a media asta reflejan la realidad, una catástrofe que pone a prueba a las autoridades del reino alauí. "¿Dónde está el gobierno? Aquí no hay nadie", decía un anciano que pasaba en moto entre escombros por el callejón de Zitoum Kdim, en el Mellah, el barrio judío. Esta zona es la más dañada por el terremoto y la ausencia de equipos de securización de la zona era patente caída ya la noche. Abderrahman, vendedor de legumbres desistía de seguir su camino al encontrar un edificio derrumbado que bloqueaba la calle. "¿Qué puedo hacer?", se lamentaba. En las calles, las autoridades estaban más ocupadas de dirigir el tráfico que en retirar escombros y abrir callejuelas.
El reino ha declarado tres días de luto nacional. "Hemos decidido un duelo nacional de tres días, con banderas a media asta en todos los edificios públicos", declaró la Casa Real en un comunicado difundido a través de la agencia marroquí MAP, tras una reunión presidida por el rey, Mohamed VI.
Por ROSA MENESÉS/El Mundo
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