“¡EL CIELO SERÁ MARAVILLOSO!” LAS MILES DE PERSONAS QUE PARTICIPARON DEL CONGRESO MUNDIAL DE ASAMBLEAS DE DIOS
En los descansos, más allá del programa oficial, hubo tiempo para todo tipo de conversaciones. Estas son algunas de las personas que pudo conocer el director de Evangelical Focus durante el segundo día del congreso.
Oleksandr de Israel
Al pie de la tribuna frente al escenario principal, un equipo interpreta en lenguaje de signos. Allí mismo llama la atención una bandera de Israel, colgada sobre una barandilla. Pertenece a Oleksandr, uno de los dos delegados del país.
“Soy pastor de personas sordas en Jerusalén y llegué al congreso casi por casualidad, porque ahora mismo mi país no está bien, el Espíritu Santo tenía sus propios planes”, dice.
Gracias a la ayuda de un intérprete, me cuenta que su mujer y sus hijos se encuentran en Israel: después de algunos vuelos cancelados, espera regresar dos días después del evento.
“Ahora estamos en medio de la guerra pero sabemos que Dios protege a nuestro pueblo. Estoy aquí para pedir oración por mi pueblo”. ¿Cómo hacerlo?, le pregunto a Oleksasndr. “Orad por el fin de la guerra y del intento de destruir al pueblo y a Israel, para que Dios traiga la paz”. Más tarde explica que no sólo conoce a cristianos que sirven en el ejército, sino también sabe un creyente que murió en un ataque de Hamás después de resistir ocho horas defendiendo su comunidad.
Emmanuel de Nigeria
“Tardamos unas diez horas en llegar a Madrid”, explica Emmanuel Kemka, de Nigeria, a las afueras del Madrid Arena a la hora del almuerzo. Es director de ministerios corporativos y planificación de las Asambleas de Dios de Nigeria, y vino con una delegación de veintidós personas, sobre todo pastores.
Para este representante del país africano con más cristianos, el encuentro en Madrid está siendo “impactante” porque muestra que “el reino de Dios es uno, con un solo cuerpo de todas las naciones, todas las lenguas y tribus… ¡el cielo será maravilloso!”, dice con una sonrisa.
En su país hay “cerca de 20.000 iglesias” de Asambleas de Dios. Pero, como se ha informado muchas veces, muchos sufren persecución en el norte del país. “Dios nos está ayudando a llegar a las áreas donde hay conflictos, con ministerios de compasión”. Pero “el terrorismo, los secuestros y las bandas armadas” siguen siendo un importante motivo de oración, subraya.
El otro desafío en la mente de Emmanuel es el bienestar de las familias: “Orad para que Dios sane la economía de Nigeria”.
Volverá a casa animado, me cuenta, antes de marcharse. “Le diré a la gente en casa que debemos unirnos, que todo se trata de Jesús”.
Glenia y Steven, trabajando con los niños
Por primera vez, un Congreso Mundial de las Asambleas de Dios tuvo un programa paralelo de tiempo completo para niños.
Glenia López, de Honduras, codirige “Shine Kids” con Steven Entsminger. “En estos tres días queremos que los niños conozcan a Jesús y formarlos para que brillen en su propio entorno”, afirma. “Ayer, los niños compartieron los milagros que Dios ha hecho en sus propias vidas. Y dicen que sí, que quieren ser compartir esta realidad con sus amigos”.
Entre los más jóvenes, muchos hablan español o inglés, pero también francés, portugués e italiano. Todos “se adaptan a las actividades interactivas sin problema”, afirma Glenia.
Son 140, de entre 4 y 14 años, explica Steven. “Es muy importante capacitarlos en el evangelio. Van a ser la luz para la próxima generación”, me dice afuera de la sala del pabellón en el que justo terminaron el programa infantil. Me habla de la “ventana 4/14”, las edades durante las cuales la mayoría de personas toman una decisión por la fe cristiana.
“Tantos ataques están sufriendo los niños de su edad ahora. No debemos esperar a que sean adolescentes o adultos, debemos alcanzarlos y ministrarlos ahora, dándoles las herramientas para ser luz en su escuela y su comunidad”, afirma.
Como coordinadores, el deseo de Glenia y Steven es “pasar este legado del trabajo infantil al próximo congreso mundial”, que se celebrará en Ghana en 2026.
Por JOEL
FORSTER/Vatican News
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