HAMÁS DICE MUEREN 500 PALESTINOS TRAS EXPLOSIÓN EN HOSPITAL TRAS UN SUPUESTO ATAQUE ISRAELÍ
FRANJA DE GAZA (17 Octubre 2023).- El Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás, informó que murieron más de 500 palestinos tras una explosión en hospital tras un supuesto ataque israelí.
De confirmarse el
ataque al Hospital al-Ahli en Gaza, sería por mucho el peor bombardeo israelí
en las cinco guerras que ha peleado Israel contra Hamás desde 2008.
El ejército de Israel
informó que está investigando los informes.
Entre tanto,
mediadores trataban de desbloquear la ayuda para millones de civiles cada vez
más desesperados en el territorio sitiado y atacado por Israel desde un brutal
ataque de milicianos de Hamás.
La violencia en la
frontera israelí con Líbano también avivaba el temor a un conflicto regional
más amplio que los diplomáticos trataban de evitar.
En Gaza, los heridos
llegaban al hospital tras intensos ataques en las afueras de las ciudades
sureñas de Rafah y Khan Younis, según residentes. Basem Naim, exministro de
Salud y miembro destacado de Hamás, informó de 27 muertos en Rafah y 30 en Khan
Younis.
Un reportero de The
Associated Press vio unos 50 cuerpos trasladados al hospital Nasser en Khan
Younis desde la madrugada del martes. Los familiares acudieron a reclamar los
cuerpos envueltos en sábanas blancas, algunas empapadas en sangre.
Un ataque en Deir al
Balah redujo a escombros una casa y mató a nueve miembros de la familia que
vivía allí. Tres miembros de otra familia que habían evacuado desde Ciudad de
Gaza murieron en una casa vecina. Los fallecidos eran un hombre y 11 mujeres y
niños. Los testigos dijeron que no hubo advertencias antes del ataque.
El ejército israelí
dijo estar atacando escondites, infraestructura y centros de mando de Hamás.
“Cuando vemos un
objetivo, cuando vemos algo que se mueve que es Hamás, nos encargamos de ello”,
dijo el teniente coronel Richard Hecht, vocero del ejército israelí.
Israel ha aislado y
bombardeado sin descanso el territorio, gobernada por Hamás, desde el ataque de
la semana pasada en el sur de Israel en el que los milicianos mataron a 1,400
personas, la mayoría civiles, y capturaron a unas 200 personas que están
retenidas en Gaza.
Los ataques israelíes
han matado al menos a 2,778 personas y herido a otras 9,700 en Gaza, según el
Ministerio de Salud del territorio. Casi dos tercios de los muertos eran niños,
dijo Medhat Abbas, miembro del Ministerio. Los ataques no han detenido los
cohetes lanzados por los milicianos de Hamás desde Gaza contra Israel.
Se estima que hay
otras 1,200 personas sepultadas bajo los escombros en Gaza, vivas o muertas,
según las autoridades de salud. Los equipos de emergencias tenían problemas
para rescatar a la gente sin acceso a internet ni redes celulares, con
menguantes reservas de combustible y bajo los bombardeos constantes.
El lunes por la
mañana, aviones israelíes atacaron la base de Defensa Civil en Ciudad de Gaza y
mataron a siete paramédicos. Otros 10 trabajadores médicos han muerto en su
puesto, según las autoridades de salud.
Israel ha acumulado
tropas en la frontera para una ofensiva terrestre, aunque Hecht dijo el martes
que no se habían tomado decisiones al respecto
“Estos planes están
en desarrollo. Serán decididos por y presentados a nuestros líderes políticos”,
afirmó.
La combinación de
ataques aéreos, suministros que se agotan y la orden de evacuación masiva para
el norte de la Franja de Gaza ha sumido en el caos al diminuto territorio de
2.3 millones de habitantes y causado una desesperación creciente.
Más de un millón de
palestinos han huido de sus hogares y el 60% está ahora en una zona de unas 8
millas de largo al sur de la zona de evacuación, según la Organización de las
Naciones Unidas (ONU).
Los cooperantes
advierten que el enclave prácticamente ha colapsado y los hospitales están a
punto de quedarse sin electricidad, mientras cientos de miles de personas tratan
de conseguir agua y pan.
Algunos departamentos
del único hospital especializado en cáncer en Gaza dejaron de operar por falta
de combustible y las unidades restantes se quedarían sin nada en dos días,
según un comunicado de Sobhi Skik, director general del Hospital Amistad Turca.
En el paso de Rafah,
la única conexión de Gaza con Egipto, camiones repletos de ayuda humanitaria
aguardaban a entrar en el pequeño y populoso territorio, mientras civiles con
ciudadanía extranjera —muchos de ellos, palestinos con doble nacionalidad—
confiaban desesperados en que se les permitiera salir.
Los mediadores
buscaban un acuerdo para establecer un cese el fuego y abrir la frontera, que
cerró la semana pasada tras el inicio de los ataques aéreos israelíes. El lunes
parecía que se había alcanzado un acuerdo, pero Israel negó los reportes de un
cese el fuego en Rafah, algo necesario para abrir las puertas. El martes por la
mañana seguían cerradas.
Un funcionario
egipcio dijo el martes que Egipto e Israel habían acordado que los convoyes
humanitarios en la frontera viajarían a Israel para ser inspeccionados en el
cruce de Kerem Shalom entre Gaza e Israel. Después se permitiría la entrada de
la ayuda a Gaza. Se habilitaría un breve cese el fuego humanitario y los
ciudadanos extranjeros podrían salir de Gaza a través de Rafah, indicó el
funcionario bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a hablar
con los medios.
Tanto Hamás como
Israel cuestionaron que la apertura fuera inminente.
“Los pasos están
cerrados, y no estoy informado de una tregua o un cese de las hostilidades”,
dijo Hecht.
Wael Abu Omar, vocero
de Hamás para el cruce de Rafah, dijo que “por ahora, no hay acuerdo”.
El Programa Mundial
de Alimentos (PMA) dijo que tenía más de 300 toneladas de comida esperando para
cruzar a Gaza. “Nadie renuncia a la esperanza de que este (cruce) se abra”,
dijo Abeer Etefa, del PMA.
El secretario de
Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, que regresó el lunes a Israel por
segunda ocasión en una semana tras una gira por países árabes, dijo en Tel Aviv
que Estados Unidos e Israel habían acordado trazar un plan para que la ayuda
humanitaria llegara a los civiles en Gaza. Se dieron pocos detalles, aunque el
plan incluiría “la posibilidad de crear zonas para mantener a los civiles
alejados del peligro”.
El general Erik
Kurilla, responsable del Comando Central de Estados Unidos, llegó a Tel Aviv
para reunirse con la cúpula militar israelí antes de una visita de Biden
prevista para el miércoles para mostrar el apoyo de la Casa Blanca al país.
Biden también viajaría a Jordania para reunirse con líderes árabes entre
temores de que los combates pudieran desencadenar un conflicto regional más amplio.
Israel evacuó
poblaciones cerca de su localidad norteña con Líbano, donde el ejército ha
cruzado fuego en varias ocasiones con el grupo Hezbollah.
El ejército dijo
haber matado a cuatro milicianos con chalecos explosivos que intentaban cruzar
al país desde Líbano el martes por la mañana. Un video grabado por un dron de
reconocimiento compartido por el ejército mostraba a los milicianos cerca del
muro fronterizo antes de que fueran atacados, lo que provocó una explosión.
Ningún grupo se atribuyó la responsabilidad en un principio.
“Quien sea que
acerque a la frontera con Líbano morirá”, dijo el contraalmirante Daniel
Hagari, portavoz del ejército israelí.
Israel ha advertido a
Líbano de duras represalias por ataques desde el otro lado de la frontera.
Israel libró una dura guerra de varios meses con Hezbollah en 2006 que terminó
en tablas y en una tensa calma entre los dos bandos.
Por su parte, el líder
supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, advirtió que la ofensiva continuada de
Israel en Gaza provocaría una reacción violenta en toda la región.
“Los bombardeos deben
detenerse de inmediato. Las naciones musulmanas están enojadas”, dijo Jamenei,
según medios estatales.
El ejército israelí
dijo el lunes que por lo menos 199 personas fueron tomadas como rehenes y
llevadas a Gaza, una cifra que supera las estimaciones previas. Hamás informó
también el lunes que tenía entre 200 y 250 rehenes.
El brazo militar de
Hamás publicó un video de una rehén con vendajes en el brazo. La mujer, que se
identificó como Mia Schem, de 21 años, se mecía ligeramente mientras hablaba
mientras se oían explosiones de fondo.
El calvario de los
rehenes ha dominado la cobertura de los medios de comunicación en Israel desde
el ataque de Hamás. Las autoridades israelíes han prometido mantener el asedio
sobre Gaza hasta que se libere a los rehenes.
En Gaza, más de
400,000 personas desplazadas en el sur se abarrotaban en escuelas y otras
instalaciones de la agencia de Naciones Unidas para los palestinos. Pero la
organización dijo que apenas tenía un litro de agua al día para cada uno de sus
empleados atrapados en el territorio.
Israel reabrió
durante tres horas una conducción de agua al sur que beneficiaba apenas al 14%
de la población de Gaza, según la ONU.
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