La tragedia en los lugares donde vivió Jesús lamentada por el Papa Francisco
CIUDAD DEL VATICANO (9 Noviembre 2023).- Francisco recibe a los participantes en el Consejo de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén y dirige un pensamiento a Tierra Santa: "Han muerto tantos inocentes... Somos testigos de una tragedia en los lugares donde vivió el Señor, donde nos enseñó a amar y a perdonar". Invita a los miembros de la Orden a formar y formarse "a una caridad universal e inclusiva".
El pensamiento es para Tierra Santa, desgarrada por la
violencia y por un conflicto que ya ha causado miles de muertos. Las palabras
del Papa suenan casi a llanto: "Asistimos con tristeza a una tragedia que
tiene lugar precisamente en los lugares donde vivió el Señor, donde nos enseñó
con su humanidad a amar, a perdonar y a hacer el bien a todos. Y en cambio los
vemos desgarrados por un tremendo sufrimiento que afecta sobre todo a tantos
inocentes, a tantos inocentes muertos".
Francisco expresó su dolor por la situación en Tierra
Santa durante su audiencia a los participantes en el Concilio de la Orden
Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén, que reunió en Roma a caballeros,
damas, tenientes, delegados magistrales y este año también a obispos grandes priores.
Estoy espiritualmente unido a vosotros, que
ciertamente vivís esta reunión del Concilio compartiendo el gran dolor de la
Iglesia Madre de Jerusalén e implorando el don de la paz.
Formación
espiritual y organizativa
A continuación, el discurso de Francisco se centró en
el tema de la Consulta, la formación. Formación para los que aspiran a entrar
en la Orden; formación permanente para los que ya participan en su vida y
misión; formación de los que ocupan puestos de responsabilidad desde el punto
de vista espiritual, "conscientes del alto compromiso moral asumido ante
el Altar", y la relativa a la organización de las actividades y la
administración de los recursos, "para responder de manera continua y
adecuada a las necesidades de Tierra Santa".
El
símbolo de la Cruz
Cuatro líneas fueron indicadas por el Papa:
"Formación inicial y permanente, práctica y espiritual". Cuatro
líneas representadas en el signo de la Cruz, que destaca claramente en los
mantos de los miembros de la Orden. La cruz, dice, con su brazo horizontal
"recuerda el compromiso para que la entrega a Cristo crucificado y
resucitado abarque toda vuestra vida, y en la caridad os haga cercanos a cada
hermano y hermana". Mientras que con el vertical, "recuerda la
inalienable complementariedad, en vuestro camino, entre la vida de oración y el
servicio a los hermanos, atento, cualificado, bien enraizado en las realidades
en las que actuáis, orientado al bien total de la persona".
Compromiso
con los necesitados
En este sentido, recordando los Estatutos que
"constituyen la vía maestra" por la que moverse como Orden laical,
Francisco exhorta a "asociar hombres y mujeres comprometidos en una
participación más plena en la vida de la Iglesia", partiendo de la Iglesia
"Madre" de Jerusalén y abriéndose al mundo entero.
Con esta mirada universal, estáis llamados a ser una
Orden que, fuerte en su propia identidad, participe en el misterio de la
caridad de la manera más bella, abierta y disponible, dispuesta a asumir
aquellos servicios que el Señor requiere a través de las necesidades de los
hermanos: desde la educación infantil en las escuelas hasta la solidaridad
concreta con las categorías más frágiles, como los ancianos, los enfermos, los
refugiados.
Una
caridad practicada con inteligencia y fantasía
"Formar y formarse", por tanto, "a una
caridad universal e inclusiva", dice el Papa. Para ello, dice, hay que estudiar
la historia de la Orden y, "en un contexto de escucha y oración",
aplicarse a adquirir las competencias para responder a las necesidades del
prójimo: "Este es un gran servicio que podéis hacer hoy a la Iglesia y al
mundo", subraya el Pontífice.
En toda época, incluso en la nuestra marcada por el
paradigma tecnocrático, hay una gran necesidad de personas que practiquen la
caridad con inteligencia y fantasía.
Por
SALVATORE CERNUZIO/Vatican News
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