"Revivir en la Eucaristía la experiencia de poder encontrar a Jesús" el llamado del papa Francisco a participantes en VIII Congreso Eucarístico Nacional de México
CIUDAD DEL VATICANO (10 Noviembre 2023).- En su mensaje dirigido a los participantes en el VIII Congreso Eucarístico Nacional de México, que se viene desarrollando del 8 al 12 de noviembre, en la diócesis de Cuautitlán, el Santo Padre los invita a construir “ese templo que la Virgen pidió, una Iglesia donde el Señor se hace presente para nuestra salvación”.
“Revivamos en nosotros esta experiencia desde la
Eucaristía, que nuestra Iglesia esté preñada de Jesús, construyamos ese templo
que la Virgen pidió, una Iglesia donde el Señor se hace presente para nuestra
salvación”, lo escribe el Papa Francisco en su mensaje a los participantes en
el VIII Congreso Eucarístico Nacional de México, que se viene desarrollando del
8 al 12 de noviembre, en la diócesis de Cuautitlán, México, bajo el lema “Jesús
Eucaristía, quédate y camina con nosotros con Juan Diego como guía”.
San
Juan Diego como ejemplo de espiritualidad Eucarística
En su mensaje, el Santo Padre presentó “a San Juan
Diego como ejemplo de espiritualidad Eucarística”. Y lo hizo destacando tres
características del “confidente de la dulce Señora del Tepeyac”, como lo llamó
San Juan Pablo II en su segunda visita a México en 1990. El primer rasgo de
identificación que destacó el Papa Francisco fue el de sentirnos peregrinos y
en búsqueda, necesitados de saciarnos de ese Dios que encontramos en el
misterio de la Iglesia, en la Palabra y en los sacramentos.
“Lo primero que percibo en el evento guadalupano es
que su protagonista, Juan Diego, es un hombre en camino, en búsqueda de Dios,
de hecho, cuando la Virgen María se le apareció, iba a escuchar las catequesis.
Del mismo modo, se cuenta que gustaba de recibir el sacramento y no se
amilanaba por tener que andar largo tiempo para saciarse con el Cuerpo de
Cristo”.
La
grandeza de la encarnación del Hijo de Dios
El segundo rasgo que indicó el Papa Francisco en su
mensaje es aquel de la Virgen María embarazada, que se presenta a Juan Diego,
como un sagrario donde Jesús ya está realmente presente. María viste a la
usanza del país y habla la lengua de los indígenas manifestando en ese gesto la
grandeza de la encarnación del Hijo de Dios.
“La Virgen pide a Juan Diego construir un templo, para
darnos a nosotros también la posibilidad de revivir en la Eucaristía, en la
Palabra y en el ministerio de la Iglesia, esta misma experiencia de poder
encontrar a Jesús, hablarle, escucharle y sentir su presencia en nuestras
vidas. Juan Diego permanecerá en ese lugar sagrado atendiendo a los peregrinos,
transformando su búsqueda en acogida”.
La
Iglesia debe estar atenta al dolor profundo de cada hombre
Finalmente, el Papa Francisco subrayó un tercer rasgo,
que lo encuentra en los otros protagonistas del relato, Juan Bernardino y el
obispo Zumárraga, ambos destinatarios de la gracia de Dios que los sana no solo
de la enfermedad natural, sino en lo más profundo de sus corazones.
“Me ha llamado siempre la atención que Juan Diego se
quedara con su tío enfermo a pesar de que la Virgen lo esperara, siendo capaz
de ‘dejar a Dios por Dios’, en el pobre y en el enfermo. La Virgen no se lo
reprocha, sino que sale a su encuentro y le promete su ayuda. De ese mismo
modo, nuestra Iglesia debe estar atenta al dolor profundo de cada hombre, para
decirle, como María a Juan Diego: ‘¿No estoy yo aquí, que soy tu madre?’”.
Estas son las lecciones del itinerario de Juan Diego
que destacó el Papa Francisco como ejemplo de espiritualidad Eucarística. El
Pontífice concluye su mensaje pidiendo que, Santa María de Guadalupe, nuestra
dulce Madre, y san Juan Diego acompañe el camino y los buenos frutos de este
Congreso Eucarístico.
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