¿Podrán los bebés reaccionar al gusto y al olor en el útero?
DURHAM, Reino Unido (14 Diciembre 2023).- La primera prueba directa de que los bebés reaccionan al gusto y al olor en el útero fue obtenida mediante un estudio dirigido por el Laboratorio de Investigación Fetal y Neonatal de la Universidad de Durham (Reino Unido), el cual tomó ecografías en 4D de 100 mujeres embarazadas para ver cómo respondían sus bebés no nacidos, tras ser expuestos a los sabores de los alimentos que comían sus madres.
Según publica la revista Psychological Science, los
investigadores observaron cómo reaccionaban los fetos a los sabores de la
zanahoria o la col rizada poco tiempo después de que las madres los hubieran
ingerido, y refiere que los fetos expuestos a la zanahoria mostraron más
respuestas de «cara de risa», mientras que los expuestos a la col rizada
mostraron más respuestas de «cara de llanto».
Los autores aseguran que estos resultados podrían
ayudar a comprender mejor el desarrollo de los receptores del gusto y el olfato
en el ser humano, y creen también que lo que comen las mujeres embarazadas
podría influir en las preferencias gustativas de los bebés después de nacer.
A su vez refieren que podría tener implicaciones para
establecer hábitos alimentarios saludables, pues los seres humanos experimentan
el sabor a través de una combinación de sabor y olor, que en el caso de los
fetos, se cree que esto podría ocurrir al inhalar y tragar el líquido amniótico
en el útero.
La autora principal, Beyza Ustun, investigadora de
postgrado en el Laboratorio de Investigación Fetal y Neonatal del Departamento
de Sicología de la Universidad de Durham, señaló que varios estudios han
sugerido que los bebés pueden saborear y oler en el útero, pero se basan en los
resultados posteriores al nacimiento, mientras que «nuestro estudio es el
primero que observa estas reacciones antes del nacimiento»
En consecuencia, añadió, que esta exposición repetida
a los sabores antes del nacimiento podría ayudar a establecer las preferencias
alimentarias después del nacimiento, lo que podría ser importante a la hora de
pensar en los mensajes sobre la alimentación saludable y la posibilidad de
evitar el «malestar alimentario» durante el destete.
«Fue realmente sorprendente ver la reacción de los bebés
no nacidos a los sabores de la col rizada o la zanahoria durante las
exploraciones y compartir esos momentos con sus padres», enfatizó la experta.
El equipo de investigación, en el que también
participaron científicos de la Universidad de Aston (Reino Unido) y del Centro
Nacional de Investigación Científica-Universidad de Borgoña (Francia), escaneó
a las madres, de entre 18 y 40 años, a las 32 y 36 semanas de embarazo para ver
las reacciones fetales a los sabores de col rizada y zanahoria.
Las madres recibieron una sola cápsula que contenía
aproximadamente 400 mg de zanahoria o 400 mg de col rizada en polvo unos 20
minutos antes de cada exploración, y se les pidió que no consumieran ningún
alimento o bebida aromatizada una hora antes de la exploración, que tampoco
comieran ni bebieron nada que contuviera zanahoria o col rizada el día de las
exploraciones para controlar los factores que pudieran afectar a las reacciones
del feto.
Así las reacciones fetales observadas en ambos grupos
de sabores, comparadas con las de los fetos de un grupo de control que no se
expusieron a ninguno de los dos sabores, mostraron que la exposición a una
pequeña cantidad de sabor a zanahoria o col rizada era suficiente para
estimular una reacción.
La coautora, profesora Nadja Reissland, jefa del
Laboratorio de Investigación Fetal y Neonatal del Departamento de Sicología de
la Universidad de Durham, supervisó la investigación de Beyza Ustun y refirió
que investigaciones anteriores realizadas en su laboratorio han sugerido que las
ecografías en 4D son una forma de controlar las reacciones del feto para
entender cómo responde a los comportamientos de salud de la madre, como el
tabaquismo, y a su salud mental, incluyendo el estrés, la depresión y la
ansiedad.
Este último estudio podría tener importantes
implicaciones para comprender las primeras pruebas de la capacidad de los fetos
para percibir y discriminar los diferentes sabores y olores de los alimentos
ingeridos por sus madres.
El profesor Benoist Schaal, del Centro Nacional de
Investigación Científica-Universidad de Borgoña (Francia) y coautor de estudio,
subrayó que «si observamos las reacciones faciales de los fetos, podemos
suponer que una serie de estímulos químicos pasan al entorno del feto a través
de la dieta materna. Esto podría tener importantes implicaciones para la
comprensión del desarrollo de nuestros receptores del gusto y el olfato, y de
la percepción y la memoria relacionadas».
Los investigadores afirman que sus hallazgos también
podrían contribuir a la información que se da a las madres sobre la importancia
del gusto y las dietas saludables durante el embarazo, y han iniciado ahora un
estudio de seguimiento con los mismos bebés después del nacimiento, para ver si
la influencia de los sabores que experimentaron en el útero afecta a su aceptación
de diferentes alimentos.
La coautora de la investigación, profesora Jackie
Blissett, de la Universidad de Aston, indica que «podría decirse que la
exposición repetida a los sabores en el periodo prenatal puede dar lugar a
preferencias por los sabores experimentados en el periodo postnatal. En otras
palabras, exponer al feto a los sabores que menos le gustan, como la col
rizada, podría significar que se acostumbre a esos sabores en el útero».
El siguiente paso es examinar si los fetos muestran
menos respuestas «negativas» a estos sabores a lo largo del tiempo, lo que se
traduce en una mayor aceptación de esos sabores cuando los bebés los prueban
por primera vez fuera del útero.
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