En Puerto Rico sigue alza en el precio de la taza de café, cuesta tres dólares con 50 centavos

SAN JUAN, Puerto Rico (9 Enero 2023).- Adicional a los desafíos que enfrentan los caficultores en Puerto Rico con relación al cambio climático, la industria cafetalera experimenta un momento inflacionario que repercute en los costos operacionales de los “coffee shop” locales, lo que también incide en que una taza de café cueste más en la actualidad.

Dicha situación se complicará aún más, cuando entre en vigor en el verano la ley que prohibirá la utilización de plásticos de un solo uso, lo que supondría un alza adicional en el precio del producto, según expuso a EL VOCERO una empresaria de coffee shop.

Según la empresaria Érica Reyes Ocasio, el alza en precio no solo se limita al grano. Ahora, los aumentos relacionados con la nómina de empleados, el pago de la luz, el agua y el alquiler del local, así como el costo de la leche y la materia prima que utilizan para servir el café encarecen la bebida.

“Yo empecé en el 2006, así que estamos hablando que todavía se vendían los pocillos a 35 centavos el de cuatro onzas y a 75 centavos el pocillo en vaso de ‘foam’ de seis onzas, y yo vendía un café con leche de seis onzas en $1.25”, recordó la propietaria de Café Colao’ en el Viejo San Juan, cuyo precio de café hoy oscila en los US$3.50.

Ante la incidencia de café importado, la también caficultora sostuvo que colar el grano proveniente del exterior resulta más económico, pero, en su caso, tiene el propósito de servir el café puertorriqueño, que representa el 19.4% del total de café que se vende en la Isla.

“Siempre tuve el concepto de comprar a diferentes torrefactores aquí en Puerto Rico y hoy día el promedio de una libra de un buen café de línea te cuesta entre $9 y $10, y yo llegué a pagar en aquel momento hasta $13”, expresó Reyes Ocasio, quien señaló que antes tenía la oportunidad de servir un café más caro porque los gastos no eran iguales al presente.

“Hace dos años yo adquirí la finca de mis papás, así que yo proceso también mi propio café, pero cabe señalar que ese café que yo proceso, y que me cuesta, yo lo vendo un dólar más la libra”, añadió.

Por otra parte, la empresaria destacó que nota una merma en transacciones, por lo que ha tenido que cambiar la estrategia para atender al comensal que visita el establecimiento. Antes, resaltó que tenía clientes que iban tres veces al día, y, aunque no dejan de visitar el local, la recurrencia ha cambiado.

Por VAHELI VEGA VARELA