Al menos 123 personas han muerto por los fuegos en Chile; ¿cómo contribuye el clima a los incendios forestales?
SANTIAGO, Chile (6 Febrero 2024).- Al menos 123 personas han muerto por incendios forestales en Chile, lo que llevó a su presidente a declarar dos días de luto nacional. La devastación ocurría poco después de la declaración de desastre en Colombia por otros incendios.
Los científicos dicen que el cambio climático hace más probables las olas de calor y sequías como las que sufre ahora Sudamérica, y ambas contribuyen a los incendios secando las plantas que alimentan las llamas.
¿Qué está ocurriendo
en Chile?
Los incendios en
Chile se produjeron durante una ola de calor que elevó las temperaturas en la
capital, Santiago, a casi 100 grados Fahrenheit. El calor extremo evapora la
humedad de la madera, lo que la convierte en el combustible ideal. Los
incendios se propagan más rápido y arden con más intensidad. Apenas unos grados
adicionales pueden suponer la diferencia entre una temporada moderada de
incendios y una grave.
El cambio climático
“calienta el mundo, lo que significa que se evapora más agua de las plantas y
la tierra se seca más”, explicó Edward Mitchard, experto en bosques en la
Facultad de Geociencias de la Universidad de Edimburgo, en Escocia.
Bastan unos pocos días de tiempo muy seco y cálido para que las hojas estén secas y quebradizas, dijo. “Eso es combustible que arde muy bien”, dijo. “La tierra más seca hace que los fuegos estén más calientes y duren más”.
Un estudio de Nature
mostró que las temporadas de incendios duran de media un 18.7% más debido al
cambio climático. Eso amplía el periodo en el que pueden comenzar fuegos
desastrosos.
¿Cómo influyen los
ciclos meteorológicos globales?
El incremento de
sequías por las alteraciones de los ciclos globales de lluvia supone que
regiones enteras pueden quedar inusualmente áridas y ser más vulnerables a las
llamas.
“El cambio climático
ha hecho las sequías más habituales”, dijo Mitchard. “Y eso ha ocurrido especialmente
en Sudamérica este año”.
“Hemos tenido la
sequía más extrema jamás registrada en la cuenca del Amazonas, y si hay sequías
en la cuenca del Amazonas, también hay menos lluvia en el sur de Sudamérica”.
En el caso de Chile,
se cree que unas lluvias inusualmente intensas el año pasado aumentaron el
crecimiento de arbustos que se convirtieron en la mecha ideal para los
incendios.
A esto se suma el
fenómeno meteorológico de El Niño, un calentamiento natural y periódico de las
aguas en la superficie del Pacífico que afecta al tiempo en todo el planeta. En
Sudamérica ha supuesto un aumento de las temperaturas y las sequías este año.
El cambio climático
hace más probable que los ciclos de El Niño sean más fuertes, indicó Mitchard,
y las sequías que provoca tienen más posibilidades de ser más intensas. Colombia
declaró el mes pasado el desastre nacional por docenas de fuegos asociados al
fenómeno meteorológico.
Y la enorme cantidad
de dióxido de carbono liberada por los propios incendios incrementa el
calentamiento global.
¿Están empeorando los
incendios forestales?
El Instituto de
Recursos Mundiales utilizó datos de satélites para calcular que los fuegos
forestales destruyen ahora unas 11,600 millas cuadradas de bosques al año,
aproximadamente el tamaño de Bélgica y el doble que hace 20 años.
Y el Grupo
Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático ha determinado que, en
todo el mundo, las olas de calor extremo ocurren cinco veces más a menudo
debido al calentamiento global provocado por la humanidad. Por lo tanto, las
temporadas de incendios son más secas y con temperaturas más altas, las
condiciones ideales para que se extiendan las llamas.
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