Aparentemente, ya todo está dicho. Nada de qué hablar.
Porque al parecer, no hay posibilidades ninguna de que hayan resultados sorpresas, o algún golpe bolsón.
Pareciera que todo es por un puro papeleo, un asunto de forma, sólo por llenar los requisitos de ley, “pa'que no digan".
Pareciera cuestión de tiempo, solo esperar que llegue el día 19, para ratificar, y estampar el sello que reza “cuatro años más y después hablamos” y si arrasamos como en febrero, quién sabe a dónde vamos a parar.
Casi todas las encuestas insisten en que así será, “que esa es la vuelta”
Pareciera que no importan ninguno de los otros datos que reflejan las mediciones, en los que la población expresa preocupación o rechazo. “Estamos bien, aunque estemos mal”
No hay problema que valga, todo es culpa de los que ya no están y “santo remedio".
Pareciera que nada le hace mella, ni la delincuencia, ni el costo de la vida, ni la inseguridad ciudadana, ni esto ni lo otro, “uh, úh” nada de nada.
Nada afecta, ni disminuye los porcentajes de popularidad y aceptación, es para algún récord Guinness que vamos.
Nada se le pega, ni siquiera los errores o fallos incurridos ahora todo es “subsanable".
Pareciera que es una candidatura impermeable, bien encarnada, aguerrida, todo terreno, sin retrovisores, ni reversa, “pa' no mira pa trá”
Promocionan a diestra y siniestra la gran premier del día 19, titulada, “Consumado es.”
En mayo, y para mayo.
Posiblemente, la oposición entienda, lo que hasta ahora no ha querido entender, que no es lo mismo con “guitarra, que con violín”
Entonces querrán hacer lo que ahora no están haciendo; trabajar para evitarlo y quizás ya sea tarde para ablandar las habichuelas.
Porque a pesar de los pareceres, la última palabra la tiene el pueblo, que por cierto, más de la mitad se quedó mudo en febrero.
Con Dios siempre, a sus pies.
Por LEONARDO CABRERA
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