Sumo Pontífice llama a compartir el don de la diversidad en un mundo dividido
CIUDAD DEL VATICANO (30 Abril 2024).- El Papa Francisco recibió en audiencia a los Hijos de la Caridad y a los Hermanos de San Gabriel. A los primeros les recomendó mirar al crucificado y las llagas de los pobres, como hizo la fundadora Magdalena de Canossa, y a los segundos vivir en la escucha y el coraje, con humildad y fe, siguiendo las enseñanzas del fundador, y custodiar la abigarrada internacionalidad que caracteriza a la orden. La uniformidad mata, la armonía, fruto del Espíritu, hace crecer
El Papa Francisco recibió esta mañana a los Hijos de
la Caridad, “Canosianos” y a los Hermanos de San Gabriel con motivo de la
celebración de sus Capítulos y de los aniversarios del nacimiento de sus
fundadores, respectivamente 250 años de Santa Magdalena de Canossa y 350 años
de San Luis María Grignion de Montfort. Releyó su experiencia a la luz de los
tiempos contemporáneos marcados a menudo por "los egoísmos y
particularismos": Las diversidades, afirmó el Pontífice, son dones
preciosos que hay que compartir.
Los
Capítulos generales, eventos sinodales de gracia
A ambas órdenes religiosas, el Santo Padre les recordó
la importancia de los Capítulos, que, citando al beato Pironio, son
acontecimientos "de familia", pero también eclesiales y
acontecimientos "salvíficos", verdaderos "eventos
sinodales" de los que precisó la peculiaridad:
Un Capítulo es un momento de gracia, que se ha de
vivir ante todo en docilidad a la acción del Espíritu Santo, haciendo memoria
agradecida del pasado, prestando atención al presente – escuchándose unos a
otros y leyendo los signos de los tiempos (cf. Gaudium et spes, 4) – y mirando
hacia el futuro con un corazón abierto y confiado, para una verificación y
renovación personal y comunitaria, es decir, pasado, presente, futuro, entran
en un Capítulo, para recordar, evaluar y avanzar en el desarrollo de la
Congregación.
Los
religiosos no son bomberos
El Papa Francisco pronunció una de sus elocuentes
frases para subrayar su mensaje, haciéndolo a la luz del tema elegido por los
Canosianos para su discernimiento: "El que no arde, no se incendia".
“Me entristece ver a religiosos que parecen más
bomberos que hombres y mujeres con ardor para incendiar. Por favor, bomberos
no; ya tenemos muchos”
Mirada
al Crucificado y brazos abiertos hacia los últimos
Recordando que los Canosianos están presentes en siete
países con miembros de diez nacionalidades, y que son asistidos por las
hermanas Canosianas con una realidad laical cada vez más activa e implicada (un
aspecto, este último, de la implicación de los laicos en un instituto,
considerado muy importante por el Pontífice que, de hecho, lo subrayó hablando
espontáneamente), los exhortó a mirar la valentía de la fundadora que trabajó
"en un mundo no menos difícil que el nuestro", para "hacer conocer
y amar a Jesús, que no es amado porque no es conocido".
Santa Magdalena les mostró cómo se superan las
dificultades: con los ojos vueltos hacia el Crucificado y los brazos abiertos
hacia los últimos, los pequeños, los pobres y los enfermos, para cuidar, educar
y servir a sus hermanos con alegría y sencillez. Cuando el camino se torne
difícil, hagan como ella: miren a Jesús Crucificado y miren los ojos y las
heridas de los pobres, y verán que poco a poco las respuestas se abrirán paso
en sus corazones cada vez con mayor claridad.
Actuar
con valentía
En el Capítulo, los religiosos de San Gabriel
reflexionan sobre el tema "Escuchar y actuar con valentía". Y sobre
estas palabras se detuvo el Papa, subrayando en particular de qué valentía se
habla: "Esa parresía apostólica". Es la valentía "que leemos,
por ejemplo, en el libro de los Hechos de los Apóstoles. Esa valentía. Y ahí
está el Espíritu para darnos esa valentía y debemos pedirla".
Son dos actitudes – la escucha y la valentía – que
requieren humildad y fe, y que reflejan bien el espíritu y la acción de San
Luis María y del padre Deshayes, que también les han dejado un valioso tríptico
como brújula para sus decisiones: "Dios solo", la "Cruz" –
esculpida en su corazón – y "María". "Sólo Dios", la
"Cruz" – esculpida en su corazón – y "María".
La
internacionalidad hace bien al apostolado
Los hermanos de San Gabriel son más de mil religiosos,
comprometidos en la pastoral, la promoción humana y social y la educación
–especialmente en favor de los ciegos y sordomudos – en treinta y cuatro
países. El Papa repitió a continuación que es el Espíritu Santo quien crea la
armonía, porque es su "maestro". E insistió, hablando
espontáneamente: "La uniformidad en un instituto religioso, en una diócesis,
en un grupo de laicos, ¡mata! La diversidad en armonía hace crecer. No se
olviden de esto. Diversidad en armonía". De ahí la invitación a ser
profetas de la acogida y la integración:
La Providencia les ha concedido también la riqueza de
una variada internacionalidad: será muy buena para su crecimiento y su
apostolado si saben vivirla acogiendo y compartiendo constructivamente la
diversidad entre ustedes y con todos.
Por ANTONELLA
PALERMO/Vatican News
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