CIUDAD DEL VATICANO (15 Mayo 2024).- Al término de la audiencia general, resuena el llamamiento de Francisco por el fin de la guerra en la “martirizada Ucrania” y para que cesen las hostilidades entre Israel y Palestina.
El Pontífice exhorta a la comunidad internacional para que proporcione inmediatamente la ayuda y el apoyo necesarios para proteger a los más vulnerables en Afganistán, donde en los últimos días, a causa de intensas lluvias e inundaciones, numerosas personas perdieron la vida y se registraron graves daños.
Recemos por la paz: no olvidemos la atormentada
Ucrania; no olvidemos Palestina, Israel, Myanmar.
Con estas palabras, el Papa Francisco reitera su
invocación por la paz, al término de la audiencia general. E invita nuevamente
a rezar por los pueblos que sufren la guerra:
Recemos por la paz, recemos por todos los pueblos que
sufren la guerra. Todos juntos, con gran corazón, recemos para que haya paz
definitiva, y ninguna guerra, ninguna. Porque la guerra es siempre una derrota:
¡siempre!
La
oración por Afganistán
Antes de saludar a los peregrinos italianos, el Papa
dirige su pensamiento al pueblo de Afganistán,
“gravemente afectado por las trágicas inundaciones que se han cobrado muchas
vidas, incluidos niños, y siguen causando daños en muchas casas”, asegura sus
oraciones e insta a proporcionar la ayuda necesaria para proteger a los más
necesitados:
Rezo por las víctimas, en particular por los niños y
sus familias, y hago un llamamiento a la comunidad internacional para que
proporcione inmediatamente la ayuda y el apoyo necesarios para proteger a los
más vulnerables.
Según la ONU, al menos 300 personas han muerto y otras
varias están desaparecidas. Las inundaciones han destruido miles de casas y
edificios, muchas zonas han sido evacuadas y hay graves daños en carreteras e
infraestructuras, especialmente en las provincias de Baghlan, Ghor y Herat, mientras
que en la provincia de Badakhshan, en la frontera con Tayikistán, las
autoridades locales estiman la pérdida de unas dos mil cabezas de ganado.
Una
campana por los niños no nacidos
Poco antes, en su saludo a los fieles polacos,
Francisco, con la mirada puesta en la próxima solemnidad de Pentecostés, subrayó
que “el Espíritu Santo nos eleva siempre a un gran amor desinteresado hacia los
pobres, los enfermos y los indefensos, como los niños aún no nacidos”, a
quienes está dedicada la campana, traída a la plaza "desde Polonia,
llamada 'La voz de los no nacidos'".
Recordará la necesidad de proteger la vida humana
desde la concepción hasta la muerte natural.
La iniciativa fue ideada por “la Fundación polaca ‘Sí
a la vida’, que lleva el nombre de la Inmaculada Concepción de la Santísima
Virgen María y fue bendecida por el Papa”.
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