El partido de Mandela pierde la mayoría absoluta por primera vez en Sudáfrica: “Será una test para el liderazgo”
CIUDAD DEL CABO, Sudáfrica (5 Junio 2024).- Previo a las elecciones del pasado 29 de mayo, en Sudáfrica muchos ya se hacían a la idea de unos comicios históricos, caracterizados por algo que no había ocurrido hasta entonces. Y así ha sido. Las séptimas votaciones generales del país han servido para acabar, por primera vez desde que se instauró la democracia en 1994, con la hegemonía del partido de Nelson Mandela.
El Congreso Nacional Africano (ANC, por sus siglas en
inglés), ha perdido por primera vez la mayoría absoluta en la Asamblea
Nacional, al obtener poco más del 40% de los sufragios. Lo que supone que
contará con 159 diputados, 71 menos que en la última legislatura.
Un escenario completamente nuevo para la nación, que
aboca a las fuerzas políticas a la obligatoriedad de alcanzar acuerdos para
gobernar en coalición. “El pueblo de Sudáfrica ha hablado”, ha comentado el
presidente Cyril Ramaphosatras conocer los resultados. “Quiere que sus líderes
trabajen juntos, encuentren puntos en común y dejen de lado sus diferencias”,
ha añadido.
“El nuevo escenario es uno en el que, por primera vez
desde el inicio de la democracia, el partido en el poder, el ANC, dejará de
tener mayoría en el Parlamento. Se verá obligado a formar coalición con otros
partidos para formar gobierno”, explica a Protestante Digital el secretario
general de la Alianza Evangélica de Sudáfrica (TEASA, por sus siglas en
inglés), Moss Ntlha.
Dos
partidos nuevos y el auge de los liberales
La mayoría de escaños que ha perdido el ANC (58) han
ido a parar al partido uMkhonto weSizwe (MK), creado por el expresidente Jacob
Zuma, que finalmente no pudo presentarse como candidato después de que el
Tribunal Constitucional le vetase por las causas abiertas de corrupción que
tiene en contra.
La segunda fuerza ha vuelto a ser Alianza Democrática,
la principal formación representativa de la población blanca, y que ha obtenido
tres escaños más, alcanzando los 87. Después del partido de Zuma, los
Luchadores por la Libertad Económica (EFF, por sus siglas en inglés), del
controvertido Julius Malema han conseguido 39 diputados, cinco menos que en las
últimas elecciones.
El otro partido que no contaba con representación
parlamentario y que formará parte de la nueva Asamblea Nacional es la Alianza
Patriótica, con nueve escaños. Se trata de una formación de reivindicación
negra pero que algunos sitúan en la extrema derecha del espectro político. Por
otro lado, el Partido Demócrata Cristiano Africano de Kenneth Meshoe se ha
quedado solamente con un diputado, dos menos que en la última legislatura.
Un cuadro político variado que traslada a las
formaciones a un nuevo escenario en el ámbito general: el de negociar una coalición
para garantizar la gobernabilidad del país. Algo que, según Ntlha, “será un
test para el liderazgo y la madurez política”. Y es que, en palabras del
representante de la Alianza Evangélica, puede tratarse de una situación idónea
para “crear alianzas productivas para el bien común”.
Participación
evangélica
A la vista del inicio de conversaciones para gobernar
en coalición como no se han tenido hasta ahora, Ntlha destaca lo que los
evangélicos en el país pueden aportar, y más en un contexto en el que se ha
endurecido el discurso en relación con el recuerdo del apartheid. “Los
evangélicos tienen la oportunidad de hacer público lo que significa amar al
prójimo y al enemigo, de fomentar la reconciliación. Esto es importante en una
sociedad que, 30 años después del inicio de la democracia, sigue dividida,
desigual y recelosa de los demás”, considera el responsable de la Alianza
Evangélica de Sudáfrica. “Trabajando desde la base, los evangélicos podríamos
fomentar el capital relacional necesario para la búsqueda del bien común”,
agrega.
En este sentido, Ntlha señala que ya se ven en el país
“iglesias locales multirraciales y multiétnicas”. Sin embargo, dice, sigue
habiendo falta de preparación entre los evangélicos, en general, al respecto.
“Esto, a menudo, pilla a las iglesias desprevenidas teológica, cultural y
prácticamente, con pastores poco preparados para acoger la diversidad”,
observa.
No obstante, también reconoce que se “está adquiriendo
una experiencia inestimable en el proceso” desde la que poder aportar al
diálogo político en el nuevo escenario que vive el país.
Por JONATÁN SORIANO/Protestante digital
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