El presidente dominicano, Luis Abinader, desafíos en su segundo mandato
SANTO DOMINGO, República Dominicana (15 Agosto 2024).- Este viernes, el reelecto presidente dominicano, Luis Abinader, tomará posesión del cargo para un período en el que propuso relanzar el país en diversas áreas, mediante lo que calificó de un gran acuerdo de unidad nacional.
Abinader, 57 años de edad, empresario de origen
libanés, con una definida política de gobierno, tiene ante sí, como una de sus
prioridades, elevar el nivel de vida de un 24,6 por ciento de ciudadanos pobres
en áreas rurales, y un 18 por ciento en las urbanas, según datos oficiales.
Aunque algunos sectores poblacionales consideran
maquilladas tales cifras ofrecidas por organismos públicos, los números indican
que en Dominicana màs de 400 mil ciudadanos en pobreza extrema, casi tres
millones en pobreza general, mientras unos siete millones y medio, no son
pobres.
Uno de los intereses del pròximo mandato que
finalizarà en 2028, es elevar la calidad de vida de la población en su
conjunto, con énfasis en el sistema de salud, pues aún hay localidades que
carecen de atención médica adecuada.
REFORMA
CONSTITUCIONAL
En opinión de Abinader en distintos foros políticos y
empresariales, República Dominicana deberá enfrentar una serie de reformas,
entre ellas la constitucional, si –como proclama- el país será relanzado en
diversas áreas.
El gobernante aseguró que no variará lo concerniente a
la reelección, al descartar que la reforma sea una artimaña para facilitar el
camino a un tercer mandato continuo. “No volveré a ser candidato, es mi
palabra, es mi compromiso y será parte de mi legado a República Dominicana”,
dijo tras su victoria en las urnas.
En la actualidad, la Constitución establece la
reelección para un segundo mandato presidencial sucesivo de cuatro años y para
aspirar a un tercero, se debe dejar pasar un período de por medio.
A decir del mandatario, la propuesta de reforma
constitucional tiene como objetivo consolidar la independencia del Ministerio
Público, disminuir la cantidad de diputados, de 190 a 137, así como unificar la
celebración de las elecciones presidenciales, congresuales y municipales a
partir del año 2032.
EL OFICIALISTA PRM
El Partido Revolucionario Moderno (PRM), que lo
postuló para la reelección, constituye la fuerza política más poderosa del
país.
Al mandatario lo respalda el triunfo arrollador del
PRM en las elecciones municipales de febrero pasado y las presidenciales y
congresuales de mayo, en las cuales ganó unas 120 de las 158 alcaldías en
pugna, 29 escaños en el Senado de un total de 32, y la mayoría en el Congreso Nacional
(145 diputados de 190).
Con ese escenario, y si prima la voluntad en ir
resolviendo los principales problemas colectivos, Abinader podrá llevar a cabo
su prometido programa.
ECONOMÍA
Según proyecciones de organismos internacionales como
el Banco Mundial, la nación caribeña podría crecer un cinco por ciento en 2024
y ha sido, según esa fuente, una de las economías más dinámicas de la región en
las dos últimas décadas.
Si bien Abinader logró mantener la economía, con una
expansión de 2,4 por ciento en 2023, sus opositores le acusan de endeudar al
país por la cantidad de préstamos hechos a su Gobierno, en tanto perduran las
desigualdades sociales.
Pese al buen desempeño económico en este cuatrienio en
sectores estratégicos como el turismo, la inversión extranjera directa y la
recepción de remesas, organismos mundiales indican que el país no ha logrado
generar empleos de calidad, persiste un deficiente sistema sanitario y un aumento
de la economía informal.
Para los próximos cuatro años, el gobierno del PRM
aseguró que continuará apoyando y promoviendo iniciativas en beneficio del
sector industrial, con la finalidad de elevar sus niveles de productividad,
competitividad y sostenibilidad, para de esta forma impulsar la creación de más
y mejores empleos.
También refirió que República Dominicana trabaja para
favorecer la diversificación de la economía, ofreciendo seguridad jurídica y
una estabilidad política y económica. Sin embargo, el presidente reconoció que
“el país necesitaba con urgencia cambios para fortalecer su institucionalidad,
su competitividad y transparencia”.
Puntualizó, además, que impulsará cambios en el área
fiscal y la Seguridad Social, el Código Laboral y al Ministerio de Interior y Policía,
entre otras novedades.
PRIORIDADES
El combate a la inseguridad ciudadana, junto al alto
costo de la vida, el desempleo y la corrupción, constituyen prioridades del
segundo mandato del PRM.
Abinader aseguró que “se seguirá trabajando sin
descanso para sacar del mercado los productos y a los productores que no
cumplen o quieren estar al margen, como lo han hecho con el alcohol adulterado,
los cigarrillos, los medicamentos y los hidrocarburos”, y la clase política en
todos los niveles.
Otra de las ideas es continuar incrementando el acceso
a los mercados de capitales para reducir los tipos de interés y mejorar esa
sensible rama económica.
Durante los pasados cuatro años, Quisqueya generó un
excelente clima de confianza, lo que se traduce en un sitio atractivo para la
inversión privada en proporciones históricamente elevadas.
La inversión extranjera directa se sitúa en cuatro mil
381 millones de dólares en 2023, lo que rompió el record del año anterior.
Con el lema “Juventud: dar opciones para un mañana”,
Abinader continuará en su próximo mandato creando –dijo- nuevas oportunidades
para que los jóvenes puedan acceder a educación de calidad y empleos formales.
Un asunto de trascendencia social y aún pendiente es
la lucha del Ejecutivo contra el feminicidio que, el pasado año, cobró la vida
de 51 mujeres, aunque la cifra puede ser mayor ya que muchos casos no se
registran como tales. Hasta junio de este año suman 24.
Desde el sector feminista cuestionan que el gobierno
hizo poco o nada para impulsar el tema del aborto en el Congreso Nacional, que
aún está pendiente y constituye un asunto trascendente para las mujeres.
INMIGRACIÓN HAITIANA
No menos importante para el pròximo Gobierno, es el
tema de la inmigración, en especial la procedente de la vecina Haití, dominada
en la actualidad por bandas paramilitares que convirtieron esa nación en un
infierno agudizado por la carencia de un gobierno constituido y una estructura
socio-económica.
Sin embargo, nada indica que el dignatario cambiará su
política hacia el país fronterizo. Incluso el pasado año cerró el paso
bilateral debido a diferencias por la construcción de un canal de riego por
ciudadanos haitianos de manera unilateral en el río Dajabón, compartido por
ambas naciones.
Los haitianos representan 30 por ciento de la fuerza
de trabajo en la construcción, la ganadería y la agricultura en República
Dominicana, donde reciben salarios inferiores a los de los nacionales.
Las autoridades, sin embargo, suspendieron el año
pasado el proceso de visado, en tanto aumentaron las deportaciones.
Acorde con una política similar en muchos aspectos a
la de Estados Unidos –demostrado en sus declaraciones públicas respecto a temas
internacionales _ nada permite vislumbrar un cambio en ese tema, pues el
gigantesco país norteño es su principal inversionista y primer socio comercial.
Por MARIELA PÉREZ VALENZUELA/Prensa Latina
Corresponsal jefe en República Dominicana
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