“Nadar es un talento que Dios me dio”, proclama la laureada Jessica Long acapara la atención en los Juegos Paralímpicos París 2024
PARÍS, Francia (2 Septiembre 2024).- Tras acabar los Juegos Olímpicos de París 2024, la capital francesa acoge la decimoséptima edición de los Juegos Paralímpicos de verano entre el 28 de agosto y el 8 de septiembre, y el testimonio cristiano esta también garantizado.
Como se ha visto hace unas semanas en las olimpíadas,
con varios deportistas de diferentes disciplinas hablando de Dios y
recordándole en sus logros, también son diversos los nombres de atletas
paralímpicos que se identifican abiertamente como discípulos de Jesús.
En un listado publicado en la revista Christianity
Today se encuentra, entre otros, el del neozelandés William Stedman, con
parálisis cerebral, que compite en las categorías T36 de salto de longitud y de
400 metros masculino. Sus versículos preferidos son Filipenses 4:6-7 y asegura
que “confiar en Dios a través de la presión y de los altibajos de ser un atleta
profesional” ha sido muy importante para él.
O también el del velocista brasileño Alan Fonteles
Cardoso de Oliveira, campeón paralímpico de 200 metros en categoría T44 en los
Juegos de Londres 2012 (superando incluso al favorito Oscar Pistorius). A
Fonteles le amputaron ambas piernas con menos de un mes de vida, después de
sufrir una infección intestinal que le acabó ocasionando una sepsis. Corre con
prótesis de madera adaptadas a la tarima de la pista de atletismo. Uno de sus
pasajes favoritos de la Biblia es el Salmo 37:5-27 y asegura que “Dios ha sido
increíble” en su experiencia.
Un
nombre: Jessica Long
Pero sí hay un nombre que destaca cuando se habla del
deporte paralímpico es el de la nadadora estadounidense Jessica Long. A sus 32
años, los de París 2024 son sus sextos Juegos Paralímpicos. Desde que debutó en
Atenas 2004 con tan solo 12 años, Long ha conseguido 29 medallas, 16 de oro,
una más que su compañero de entrenamiento Michael Phelps, considerado el
deportista más laureado de la historia.
Long nació en Siberia con hemimelia peronea, es decir,
sin los huesos del peroné de las piernas, y fue abandonada por sus padres
biológicos. Con apenas unos meses de vida llegó a Estados Unidos, donde fue
adoptado por Beth y Steve y sometida a un total de 25 operaciones quirúrgicas.
“A veces me pregunto qué habría podido alcanzar si hubiera podido nadar más
distancias. Y a la vez, estoy tan orgullosa de lo que he conseguido”, explica
Long a France 24.
Reconoce que durante muchos años de su vida ha tenido
que luchar con la ira por todo esto. “Siempre he estado probándome a mí misma.
Demostrar que no era solo una chica sin piernas, que valía la pena, que puedo
encontrar una manera de perdonar a mi madre biológica y que realmente era lo
mejor”, compartía recientemente en una entrevista enThe Natalie Tysdal Podcast.
De lo que no se hacen eco los medios generalistas es
de que Long es una cristiana que habla abiertamente de su fe en Jesús. Mientras
afronta sus sextos Juegos Paralímpicos en la capital francesa, Long reconoce
que nadar es algo que le encanta. “Es un talento que Dios me dio”, dice.
Long no descarta seguir compitiendo a manera
profesional hasta los próximos Juegos Paralímpicos, que se celebrarán en Los
Ángeles en 2028. "Sería fantástico retirarme en casa", dice.
Fuente: CHRISTIANITY TODAY
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