Triste, apesadumbrado.
Perdido, dando tumbos y encorvado por el dolor de sus desprecios
De rodillas a Dios rogué que intercediera
que hablara con ella,
que le contará de mi congoja, de mi sufrir,
y de ésta angustia que no me deja.
Que por favor le convenciera, que su corazón tocara
Que su carácter amansara
Que su orgullo doblegara
para que ella me sonriera,
Dijo que en él confiara
Que en sus manos todo dejara
Y que no me preocupara
Que la fe mueve montañas.
Pero el tiempo lento pasa
Y no sé cuanto más soporte
Hago crisis, y desespero
Dando mente y haciendo “cocote”
Pienso que tal vez,
Dios, ha estado muy ocupado
Porque al igual que yo,
muchos andan atareado
A lo mejor ya Dios, con ella conversó
Y su divina mediación
De seguro rechazó
O al ver su cara de enojo,
no supo como entrarle,
Y prefirió no decirle nada,
Y es por eso que quizás
Dios, ya ni me coje la llamada.
ya no se que voy hacer
Mi esperanza se esfumó
Porque si
Dios no pudo con ella…
¡Ahora yo!.
“toy apurao”.
Con Dios siempre, a sus pies.
Por LEONARDO CABRERA DÍAZ
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