De otro corazón, su amor era inquilino

Pensé  que era la lluvia, 

Más no,

solo eran las lágrimas del tiempo 

Pensé que eran  los truenos

Más no

solo era los lamentos,

Y los llantos del viento 

Pensé  que eran relámpagos 

Más no

eran las cicatrices 

y las heridas del cielo 

Pensé que era su cuerpo

Más no,

era mi ansiedad, 

 mi prisa loca

De poder  abrazarla

De jugar con su pelo

De a los ojos mirarla

O cuando menos…

a su boca dar un beso. 


Pensé que era el silencio 

Más no, 

Era el recuerdo mudo

De un   dolor agudo

Que me dejó sin habla

Y de la noche a la mañana 

vivir  no tenía sentido

Toda mi ilusión 

Cayó al gran abismo 

Al saber que sin razón 

En un arranque sin motivos

Echo agua al vino

Y de otro corazón…

 su amor  era  inquilino

Con Dios siempre, a sus pies.



Por LEONARDO CABRERA

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