CIUDAD DEL VATICANO (16 Noviembre 2024).- En su discurso a los miembros del Consejo Nacional de Jóvenes italianos, Francisco invitó a las nuevas generaciones a ser «testigos de la belleza de la vida» sin dejarse influir por el «pesimismo» y el «escepticismo». Los conflictos deben transformarse en «capacidad de escucha»: superarlos significa haber «apuntado más alto» que las «arenas movedizas de la enemistad».
Por favor, no pierdan la capacidad de soñar: cuando un joven pierde esta capacidad, no digo que se haga viejo, no, porque los viejos sueñan. Se convierte en un «pensionista de la vida». Es muy feo. Por favor, jóvenes, no sean «jubilados de la vida», ¡y no dejen que les roben la esperanza! ¡Nunca! La esperanza nunca defrauda».
El Papa instó a las nuevas generaciones a ser portadoras de la «belleza y novedad de la vida», convirtiendo las diferencias en «capacidad de escucha» y aspirando a ideales más altos que las «arenas movedizas de la enemistad». «El mal, el pesimismo, el escepticismo no tendrán la última palabra», aseguró Francisco.
Los jóvenes se reconocen en la esperanza
«¡La esperanza no defrauda!». Las palabras con las que el Papa Francisco ha convocado el próximo Jubileo se adhieren a las conclusiones del Concilio, para el que «la esperanza es la actitud interior en la que más se reconocen los jóvenes italianos de hoy». Una contraposición, nota el Papa, respecto a tantas «personas desanimadas porque miran al futuro con escepticismo y pesimismo».
Participación activa junto a las instituciones
Un sentimiento que Francisco pide promover a través de la «participación activa» en el diálogo con las instituciones, en el «trabajo en red» entre las distintas realidades inspiradas en la «solidaridad» y la «inclusión».
En esta tarea, les invito a ser la voz de todos, especialmente de los que no tienen voz. Hoy hay mucha gente que no tiene voz, tantos excluidos, no sólo socialmente por los problemas de pobreza, de falta de educación, por la dictadura de la droga… sino también de aquellos que no saben soñar. Hagan “red” para soñar, y no pierdan esta capacidad: soñar.
El complicado contexto actual
Una misión nada fácil de cumplir, dados los desafíos que nos devuelve «la crónica de estos días». El Papa enumera algunos de ellos: «la dignidad del trabajo, la familia, la educación, el compromiso cívico, el cuidado de la creación y las nuevas tecnologías». Cuestiones que, llevadas a la exasperación, confluyen en el registrado «aumento de actos de violencia y autolesiones, hasta el gesto más extremo de quitarse la vida». «Ustedes saben que en el mundo los suicidos juveniles no se publican todos, sino que se esconden».
Generar relaciones en la diversidad
En tiempos marcados por «una metamorfosis no sólo cultural, sino también antropológica», el Papa relanza la necesidad de promover una «aldea educativa» que, «en la diversidad», comparta «el compromiso de generar una red de relaciones humanas y abiertas».
Es necesario un pacto, una alianza, entre quienes desean poner a la persona en el centro y, al mismo tiempo, están dispuestos a invertir nuevas energías en la formación de quienes servirán a la comunidad.
Por EDIARDO GITIBALDI/Vatican News
Edoardo Giribaldi
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