Papa Francisco: La trata de personas es una vergüenza, unamos fuerzas para combatirla
CIUDAD DEL VATICANO (7 Febrero 2025).- Francisco recibió en la Casa Santa Marta a una delegación de la red «Talitha Kum», instándolos a comprometerse para hacer frente a la «innoble» explotación de millones de personas. «El comercio de cuerpos, la explotación sexual, incluso de niños y niñas, y el trabajo forzado», afirmó, son «una gravísima violación de los derechos humanos fundamentales», y es necesario «llamar a todos a sus responsabilidades» para hacer frente a «esta forma de criminalidad que lucra sobre la piel de las personas».
No se puede «permanecer indiferente» ante el «drama»
de la trata, que hoy, en todo el mundo, «se cobra millones de víctimas», «no se
detiene ante nada» y «encuentra siempre nuevos modos de insinuarse en nuestras
sociedades». Francisco lanzó la advertencia desde la Casa Santa Marta, donde,
en estos días, está teniendo las audiencias a causa de una bronquitis.
Reunido con la delegación de la red «Talitha Kum» con
motivo de la XI Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata de
Personas -que instituyó en 2015 y cuya promoción fue encomendada a la misma
red, la Unión Internacional de Superioras Generales (Uisg) y la Unión de
Superiores Generales (Usg) - que se celebra mañana, 8 de febrero, en la memoria
litúrgica de Santa Josefina Bakhita, «víctima de esta terrible lacra social»,
el pontífice instó también a unir «fuerzas» para «llamar a cada uno a sus
responsabilidades, para luchar contra esta forma de criminalidad que gana sobre
la piel de las personas más vulnerables».
No podemos aceptar que tantas hermanas y hermanos sean
explotados de manera tan deleznable. El comercio de cuerpos, la explotación
sexual, incluso de niños y niñas, y los trabajos forzados son una vergüenza y
una violación muy grave de los derechos humanos fundamentales.
Ayudar
a víctimas y supervivientes
Pero la historia de Santa Josefina Bakhita, para el
Papa, demuestra que «a pesar de la injusticia y el sufrimiento padecidos, con
la gracia del Señor», es «posible romper las cadenas, volver a ser libres y
convertirse en mensajeros de esperanza para otros que están en dificultades».
Como lo son quienes forman parte de la red internacional «Talitha Kum»,
llegados a Roma desde distintos países para la semana de formación, oración y reflexión,
que comenzó el 2 de febrero y ha concluido hoy, y que ha sido concebida en el
contexto de la Jornada contra la Trata. Francisco pidió compromiso para que se
pueda ayudar a quienes han sufrido maltratos y abusos, y a los numerosos
«jóvenes embajadores contra la trata» dirigió su gratitud, felicitándoles
también por la «creatividad y energía» con las que encuentran «siempre nuevos
caminos para sensibilizar e informar».
Animo a todas las organizaciones de esta red y a todas
las personas que la componen a que sigan aunando esfuerzos, poniendo a las
víctimas y supervivientes en el centro, escuchando sus historias, atendiendo
sus heridas y amplificando sus voces. Esto significa ser embajadores de la
esperanza; y espero que en este Jubileo muchas más personas sigan su ejemplo.
Por TIZIANA
CAMPISI/Vatican News
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