La Santa Sede en la ONU afirma que confiar únicamente en el PIB descuida muchas dimensiones del progreso humano, son necesarios indicadores más completos
MANHATTAN (3 Abril 2025).- El arzobispo Caccia interviniendo en la reunión de alto nivel sobre la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible: Confiar únicamente en el PIB descuida muchas dimensiones del progreso humano. Se necesitan indicadores más completos.
Los países de ingresos medios son “un componente
esencial de la economía global” y alberga a la mayoría de la población mundial
que vive en la pobreza. Es lo que subrayó el arzobispo Gabriele Caccia,
Observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, en su discurso
pronunciado el 1 de abril en la reunión de alto nivel dedicada a estos países
en el marco de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Una
aparente prosperidad
A pesar de generar aproximadamente un tercio del
producto interno bruto mundial, estos países, explicó monseñor Caccia, a menudo
se encuentran enfrentando serios obstáculos estructurales que frenan su
crecimiento y minan el bienestar de sus poblaciones. Su aparente prosperidad
económica esconde profundas desigualdades y fragilidades, vinculadas a
fenómenos como los conflictos, la inestabilidad económica, el cambio climático
y catástrofes naturales cada vez más frecuentes y violentas.
El
PIB no es suficiente
Uno de los principales problemas, destacó el
representante del Vaticano, radica en los criterios con los que se mide el
desarrollo. “Confiar únicamente en el PIB”, observó, “es descuidar muchas
dimensiones fundamentales del progreso humano”. Este enfoque no sólo ofrece una
visión parcial de la realidad, sino que también limita el acceso de muchos
países a financiamiento concesional y a formas de cooperación internacional,
impidiéndoles satisfacer necesidades reales de desarrollo. Por tanto, "es
urgente", continuó Caccia, adoptar indicadores alternativos y más
completos, capaces de reflejar los aspectos económicos, sociales y ambientales
del desarrollo. Sólo de esta manera será posible garantizar que la cooperación
internacional se adapte verdaderamente a los desafíos específicos que enfrentan
los países de ingresos medios.
Financiación
para el desarrollo
Otro tema central abordado por el representante de la
Santa Sede fue el de la financiación del desarrollo. “La inversión es clave”
para que estos países puedan desarrollar su potencial, pero el aumento de la
deuda corre el riesgo de obstaculizarlos aún más. Por eso, declaró, la Santa
Sede insta a aumentar los recursos financieros accesibles y no vinculados a la
deuda, para evitar que el futuro de poblaciones enteras se vea comprometido por
mecanismos de pago insostenibles. De cara al futuro, el Arzobispo señaló la
próxima IV Conferencia Internacional sobre Financiamiento para el Desarrollo
como una oportunidad estratégica para revisar los criterios de evaluación del
desarrollo y proponer herramientas innovadoras de apoyo. Lo que se necesita,
concluyó, es un compromiso compartido para "liberar el potencial" de
los países de ingresos medios, promoviendo un modelo de crecimiento que no deje
a nadie atrás y que sea verdaderamente sostenible para toda la familia humana.
GUGLIELMO
GALLONE/Vatican News
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