Mark Zuckerberg fundador de Facebook explicó que no comparte la fascinación por el espacio y que su idea de progreso tecnológico pasa por fortalecer los vínculos humanos

 


BARCELONA (3 Mayo 2025).- A Mark Zuckerberg no le interesa colonizar Marte. Ni plantar huellas humanas en otros planetas ni disparar cohetes con ambiciones genéticas. Mientras Elon Musk continúa fijando sus esfuerzos en el espacio exterior, el fundador de Meta prefiere seguir mirando hacia el interior de las relaciones humanas.

De esta manera, su atención está centrada en cómo la tecnología puede mejorar la forma en la que las personas se relacionan, más que en explorar el universo. Cada uno tiene sus obsesiones, y la suya no incluye trajes espaciales.

El contraste quedó claro durante una conversación en el pódcast This Past Weekend with Theo Von, donde se abordaron las diferencias entre las motivaciones de los grandes líderes tecnológicos.

En un momento del episodio, el presentador comparó las visiones de ambos empresarios y preguntó a Zuckerberg por el rumbo que cree que debe tomar el desarrollo tecnológico. En su respuesta, el CEO de Meta se desmarcó por completo de las aspiraciones espaciales que impulsa Musk desde SpaceX. Según explicó durante el programa, “está bien que Elon Musk trabaje para ir al espacio, pero no me interesa”.

La distancia entre ambos proyectos no es nueva. Mientras el empresario sudafricano busca establecer colonias fuera del planeta, Meta ha centrado sus esfuerzos en construir entornos digitales que promuevan la comunicación global.

Zuckerberg lo resumió al hablar de lo que siempre ha guiado sus intereses: “Para mí siempre ha sido más bien sobre cómo construir tecnología que ayude a la gente a conectar entre sí y a comprender mejor el mundo”.

La conversación, con el tono informal que caracteriza al programa, sirvió para trazar un retrato indirecto de cómo los gigantes tecnológicos no siempre comparten la misma idea de progreso. Aunque Zuckerberg valoró que haya personas dedicadas a la investigación espacial, dejó claro que su trabajo va en otra dirección.

El episodio evidenció que las prioridades de los líderes del sector pueden diferir tanto como sus personalidades. No todos los avances requieren despegar del suelo. Algunos prefieren desarrollar herramientas que profundicen en lo que ya está aquí, en lugar de buscar respuestas en otros planetas. Esa divergencia de caminos no impide la coexistencia. Simplemente marca dos formas distintas de pensar en el futuro.


Por HÉCTOR FARRÉS/La Vanguardia




No hay comentarios.: