Un Momento – La casa de nuestra Madre

Recuerdo con emoción aquel 15 de agosto de 1972, día en que se dedicó solemnemente la Basílica de Nuestra Señora de la Altagracia en Higüey.

Como Rector del santuario en ese momento, fui testigo del nacimiento de un hogar espiritual para todo el pueblo dominicano.

Esta basílica es la casa de todos, porque es la casa de nuestra Madre, la Virgen de la Altagracia.

Cada año, miles de peregrinos llegan encontrando en este santuario, en los fulgores y gracias que emanan de él, un refugio donde se sienten amados, acompañados y bendecidos.

Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.

 

 Por MONSEÑOR RAMÓN DE LA ROSA Y CARPIO

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