CASTENGALDOLFO (18 Agosto 2025).- De entre las 110 personas atendidas por la Cáritas diocesana, frágiles económica y socialmente, que comieron en el Pabellón del Descanso, en el Borgo Laudato si’ de Castel Gandolfo con León XIV, Massimiliano dice: “Algo así nunca me había ocurrido”.
Se va a la misa dominical juntos, se toma un café en
el bar y luego a casa a comer. Suena como el programa festivo de la familia
católica tipo, solar, unida por sentimientos auténticos, de esas que podrían
estar en una película de Pupi Avati. Y así fue, como una familia, pasaron la
jornada del domingo 17 de agosto, el Papa León XIV y ciento diez beneficiarios
de Cáritas de Albano.
Una
banda tricolor
“Es un día importante – comenta a los medios
vaticanos, el alcalde de Albano, Massimiliano Borelli, mientras espera la
llegada del Papa, antes de las 9:00, en el inicio de la Via della Rotonda, en
la localidad de Albano Lacial – por el significado de una fuerte cercanía que
el Pontífice quiere expresar hacia los más frágiles, económica y socialmente”.
La
llegada del Papa entre la gente
Un afecto que la gente siente y quiere devolver. A la
llegada de León XIV en la Via della Rotonda, a las 9:05, cientos de fieles tras
las vallas, dispuestas a lo largo de las aceras, a la derecha y a la izquierda,
lo saludan coreando varias veces “¡Viva el Papa!”. Él sonríe, estrecha manos,
bendice. Recorre unos metros antes de llegar al santuario de Santa María della
Rotonda, donde a las 9:30 preside la liturgia eucarística, animada y
participada precisamente por los beneficiarios de la organización caritativa
diocesana.
Una
homilía que llega al corazón
Después de la misa, las nubes sobre Albano, que
templaban el calor, se transforman en una lluvia intensa. En la sede de Cáritas
de Albano, en la Plaza Episcopal, donde los 110 invitados al almuerzo en el
Borgo Laudato si’ se reunieron antes de partir hacia las Villas Pontificias,
cada uno se refugia donde puede. “El Papa usó palabras perfectas durante la
homilía, describiendo exactamente todo lo que Cáritas debería ser”, dice Clara
Borri, psicóloga del Centro de Escucha de Cáritas de Albano, que con las
palabras y sobre las palabras está acostumbrada a trabajar, en profundidad.
“En lo que dijo había intensidad y energía – continúa
la psicóloga con los ojos húmedos, un poco por la emoción, un poco por la
lluvia, mientras se refugia bajo un techado – exactamente lo que necesita
Cáritas. Dijo que la Iglesia debe ser redonda, sin aristas, acogedora. Y esa
debe ser precisamente la obra de Cáritas. Y lo que me impresiona es que él da
el ejemplo primero, acogiéndonos, invitando, haciéndose cercano a los últimos”.
Llegan
los invitados
Mientras el Papa León XIV recita el Ángelus en Castel
Gandolfo, la lluvia cesa y los invitados de Cáritas comienzan a llegar, por
oleadas, en algunos minibuses, a la explanada del Pabellón del Descanso, en el
Borgo Laudato si’ de las Villas Pontificias. Aquí fueron recibidos con un aperitivo
por el personal del Borgo.
Bajo una carpa en forma de “L” se ha montado una larga
mesa también en forma de “L”: los largos brazos convergen hacia una mesa
redonda. Justo aquí se sentará el Papa, no con las autoridades religiosas y
civiles, sino con tres beneficiarios de los servicios de Cáritas de Albano.
Sentado
junto al Papa
Su lugar aún está vacío, pero sus compañeros de mesa
ya están sentados, lo esperan. “Nunca me había pasado algo así, nosotros que
normalmente somos marginados, hoy almorzaremos con el Papa”, dice Massimiliano
Teriaca, de 57 años, sin techo, que, emocionadísimo, ocupa justo el lugar a la
derecha del Pontífice. El hombre, que duerme en la Estación de tren de
Velletri, desde hace aproximadamente un año frecuenta la sede de Cáritas Albano
en la Plaza Episcopal: usa las duchas, come y se hace atender por el médico.
“Aquí no es tanto una organización caritativa, sino
una familia, y eso es exactamente lo que me gusta”, dice antes de ser
interrumpido por el murmullo que surge entre las mesas.
El Papa ha llegado, ya camina entre los invitados de
pie, estrecha manos, saluda a los niños, toma asiento. Lo saluda el cardenal
Fabio Baggio, director general del Centro de Alta Formación Laudato Si’ y
subsecretario del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral,
interpretando bien el momento: “Santidad, esta es su casa y nosotros somos su
familia”.
"¡Buen
provecho!"
Y, de hecho, como todos los almuerzos dominicales que
se precien, también éste empieza con un breve discurso del "jefe de la
familia". "Estar aquí reunidos esta tarde, en este almuerzo – dice
León XIV – significa vivir junto a Dios, en la comunión y en la fraternidad.
¡Gracias y buen provecho!".
El
clima de casa
A las 15:30, los invitados salen del cancillo de las
Villas Pontificias que da a Piazza Pia. Entre ellos está Massimiliano,
visiblemente feliz. "Ha sido un día bellísimo – cuenta conmovido – tuve la
posibilidad de almorzar en la misma mesa con el Papa. Tuvimos un buen diálogo.
Quiso saber de mi vida, dónde vivo".
"Le dije que vivo en la calle. Quiso saber si
aquí en Albano hay un dormitorio. Le dije que no, pero que la Diócesis se está
activando para construirlo. Me sentí escuchado, estoy seguro de que hará mucho
por nosotros, los pobres. Es una persona exquisita. Parecía estar en casa, como
cuando era pequeño".
Una
jornada extraordinaria
"Es verdad, hemos vivido una jornada histórica –
dice el obispo de Albano, monseñor Vincenzo Viva – pero, en realidad, lo que ha
sucedido hoy, reunirse alrededor de la mesa eucarística, en la misa, y luego en
torno a una mesa, almorzando con los pobres, es lo que ocurre todos los días en
nuestros Centros de Escucha, en nuestra Cáritas diocesana".
"Sin embargo, lo que sucede todos los días no
tiene tanta visibilidad, también porque vivimos en una sociedad que no quiere
ver a los pobres y a los marginados. El Papa ha dado visibilidad a una realidad
que está en el centro de nuestra Diócesis, la realidad del servicio a los
últimos. Para los pobres, sin embargo, encontrarse con el Papa fue una
restitución de justicia: el hecho de que el vicario de Pedro haya prestado
atención precisamente a ellos".
DANIELE PICCINI – ALBANO
No hay comentarios.: