León XIV recibe una motocicleta, bendecida y autografiada por el Papa Prevost
CIUDAD DEL VATICANO (4 Septiembre 2025).- Entre risas, fotos simpáticas, relatos de vida y regalos, León XIV se reunió con muchos peregrinos, en la plaza de la Basílica de San Pedro.
«Si pudiera hablar con Salvo, le recomendaría de todo
corazón que intercediera ante Dios para que terminen todas las guerras y
triunfe la paz. Luego lo abrazaría con fuerza». Alessandro D'Acquisto, de 88
años, hermano del subbrigadier de los carabineros que durante la Segunda Guerra
Mundial sacrificó su vida para salvar a 22 civiles de la furia nazi, avanza
lentamente por la plaza de la basílica vaticana apoyándose en su bastón. Cuenta
que ha llegado temprano a la audiencia general del miércoles para encontrarse
con León XIV en un momento que le ha emocionado profundamente: «Junto con el
capellán militar don Vincenzo Venuti y el general de los Carabineros Massimo
Mennitti, hemos llevado al Pontífice, para que la bendijera, la primera piedra
del nuevo campanario que se levantará junto a la iglesia «Virgo Fidelis»,
situada cerca del cuartel romano dedicado» al siervo de Dios, a quien el Papa
Francisco declaró venerable el pasado 25 de febrero mientras estaba ingresado
en el Policlínico Gemelli.
El 23 de septiembre se celebrará una misa en la
iglesia, dies natalis del joven suboficial napolitano fusilado en Palidoro, en
la costa norte de Roma, cuando solo tenía 23 años. Pero hay más: el edificio de
culto también acogerá una campana recientemente fundida en la Pontificia
Fundición Marinelli de Agnone y dedicada al joven carabinero, que también es
medalla de oro al valor militar. «Saber que el sonido de esa campana llevará a
los fieles que acuden a misa el mensaje de paz y amor al prójimo que encarnó mi
hermano me llena de alegría y de una gran esperanza: que la reconciliación
definitiva entre los hombres esté cada vez más cerca», confiesa el anciano.
Una
motocicleta para el Papa
Ayer por la mañana llegaron a San Pedro en pequeños grupos montados en sus motocicletas Harley-Davidson. Barbas y cabellos larguísimos, chamarras de cuero negro con tachuelas, a pesar del calor aún veraniego, pañuelos al cuello, jeans desgastados. Sin embargo, con detalles significativos que los diferencian de los motociclistas «normales»: en su «vestimenta» aparecen cristogramas, crucifijos, imágenes sagradas, algunas tatuadas artísticamente en brazos y hombros. Los «Jesus bikers», un movimiento motociclista nacido en la ciudad alemana de Schaafheim hace once años, recorren kilómetros para recaudar fondos en favor de las personas desfavorecidas.
Y es en ellos en
quienes han pensado una vez más al llevar a León XIV una motocicleta, bendecida
y autografiada por el Papa Prevost. Porque, según explica el fundador del
grupo, Thomas Draxler, será donada a las Obras Misionales Pontificias (Missio)
en Austria para luego ser subastada: los ingresos de la venta se destinarán a
financiar la construcción de una escuela en un pueblo de la diócesis de Ihosy,
en Madagascar. «La bendición del Santo Padre ha sido para nosotros un gran
regalo —explica el cisterciense Karl Wallner, director nacional de Missio
Austria —, porque nos da aún más fuerza para devolver la dignidad a esos niños
que, en la isla africana, en lugar de aprender a leer y escribir, son
explotados para trabajar en las minas de mica —un mineral utilizado en
cosmética y en la industria de las pinturas— o en los talleres, arriesgando sus
vidas por el contacto continuo con sustancias tóxicas».
El
retrato de Juan Pablo I
En el aniversario del inicio del pontificado de Juan
Pablo I y en vísperas del tercer aniversario de su beatificación (4 de
septiembre de 2022), Stefania Falasca, vicepresidenta de la Fundación Vaticana
que lleva su nombre y postuladora de la causa de canonización, y Lina Petri,
nieta de Albino Luciani, quisieron saludar a León XIV recordando al pontífice
veneciano. Junto a ellas, algunos benefactores y don Martino Mastrovito,
párroco de Regina Mundi en Martina Franca, quien obsequió al Papa Prevost un
retrato de su predecesor realizado por el pintor albanés Igli Arapi. En la
parroquia de Apulia, del 26 de enero al 2 de febrero pasados, se expuso una
reliquia del beato: un escrito autógrafo sobre la fe, la esperanza y la
caridad.
Por ROSARIO
CAPOMASI/Vatican News
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