LOS ÁNGELES (16 Octubre 2025).- Hay algo especial en la idea de la experiencia de playoffs, dijo el segunda base de los Dodgers, Tommy Edman. Para alguien que está participando en su primera serie de postemporada, “definitivamente es mucho más difícil reducir la velocidad de tu pulso, en comparación con si ya has estado en esos momentos muchas veces en el pasado”.
Si Edman alguna vez fue ese tipo de jugador, ya no lo
es. Tampoco lo son Shohei Ohtani, Mookie Betts, Will Smith, Freddie Freeman o,
en realidad, cualquier que forme parte de este coloso de los Dodgers. Todos
ellos han estado aquí antes. Todos ellos han ganado. La presión que ejercen
sobre sus oponentes es implacable. La fuerza que despliegan es difícil de
superar.
“Sabemos lo que
se necesita para ganar los grandes partidos”, dijo Edman.
Durante gran parte del Juego 3 de la Serie de
Campeonato de la Liga Nacional en el Dodger Stadium, el novato de los
Cerveceros, Jacob Misiorowski, hizo que fuera una pelea cerrada. Ponchó a nueve
bateadores. Sus lanzamientos explotaron en la zona de strike y se
descontrolaron fuera de ella. Pero los Dodgers no parpadearon, y finalmente
descifaron a Misiorowski en la sexta entrada, llevándose la victoria por 3-1.
Ahora, los Dodgers necesitan apenas una victoria más
para avanzar a la Serie Mundial, en la que defenderían su corona contra los
Marineros o los Azulejos. A estas alturas, la historia los favorece
enormemente. Los equipos que toman una ventaja de 3-0 en una serie de
postemporada al mejor de siete juegos han ganado en un asombroso 40 de 41 casos
(97.6%), incluidos 31 barridas. Famosamente, el único equipo que logró remontar
después de perder los primeros tres juegos fue los Medias Rojas contra los
Yankees en la SCLA del 2004.
Ese es el desafío que enfrentan ahora los Cerrveceros,
a pesar de haber mostrado tanta garra en momentos del Juego 3 como lo han hecho
en toda la serie. Después de que tres de los primeros cuatro bateadores de los
Dodgers llegaron a base contra el abridor Aaron Ashby -- incluyendo a Ohtani,
quien bateó un triple, y Betts, quien conectó un doble para llevar a Ohtani al
plato -- el manager de los Cerveceros, Pat Murphy, sustituyó a Ashby por
Misiorowski. Los resultados fueron inmediatos; Misiorowski ponchó a los dos
primeros bateadores que enfrentó para dejar a un par de corredores en base, y retiró
a 15 de sus primeros 16.
Pero los Dodgers se mantuvieron fieles a su estilo
implacable, finalmente rompiendo el empate con un sencillo, un boleto y un
sencillo remolcador de Tommy Edman para tomar la delantera en el sexto. Dos
bateadores después, el relevista dominicano Abner Uribe cometió un error al
intentar hacer una atrapada, lo que permitió que anotara otra carrera.
Los Cerveceros nunca se recuperaron. A pesar de
presionar temprano al abridor de los Dodgers, Tyler Glasnow, anotando una
carrera contra él en el segundo inning y sacándolo del juego en el sexto,
Milwaukee no pudo generar más ofensiva. Los Dodgers les han limitado a una sola
carrera en cada uno de los primeros tres juegos de la SCLN.
Los Cerveceros buscarán hacer más daño en el Juego 4
el viernes, en el que el colombiano veterano José Quintana probablemente
lanzará profundo en el juego frente a Ohtani. Pero enfrentan un desafío
significativo solo para forzar que la serie regrese a Milwaukee, y mucho menos
para remontar y ganarla. En siete ocasiones anteriores en las que un equipo
tomó una ventaja de 3-0 en una serie al mejor de siete contra un oponente que
tuvo el mejor récord de temporada regular de Grandes Ligas, la serie terminó en
barrida en cada una de las siete veces.
“Tratamos de no adelantarnos demasiado”, dijo Edman.
“No estamos pensando en llegar a la Serie Mundial. Estamos tratando de pensar
en cómo ganar hoy. Y creo que eso es lo que nos permite ganar tantos juegos”.
Del otro lado del terreno, los Cerveceros entienden su
difícil situación. Saben que será aún más desafiante si el primer bateador
Jackson Chourio pierde más tiempo debido al calambre en el muslo derecho que lo
obligó a salir del Juego 3. Creen que la única manera de salir de este agujero
es, como lo dijo Yelich, desglosar su tarea “en pequeños objetivos”. Y saben
que no pueden ponerles demasiada presión a sí mismos.
Más temprano el jueves, Murphy estaba pasando por sus
habituales dramatismos pre-partido, haciendo bromas con los miembros de los
medios y charlando sobre cualquier cosa menos béisbol, cuando un reportero le
preguntó sobre su evidente relajación.
“Esto es solo un acto”, respondió Murphy. “No soy tan
relajado. Estoy nervioso a morir”.
Varias horas después, con un déficit de 3-0 en la
SCLN, Murphy ya no encontraba muchas razones para estar nervioso. Los
Cerveceros tienen poco que perder. O se convertirán en el último oponente que
sucumbe ante los inevitables Dodgers, o serán el equipo que los sorprende de
manera histórica.
“Ya se ha hecho antes, ¿verdad?” dijo Bauers.
“¿Entonces por qué no nosotros?”.
Por ANTHONY
DICOMO/MLB.com
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