Quien afiló la historia con sacapuntas”; Crónica apasionada de Mencía Renville y su museo único en el mundo

Todo comenzó el 25 de marzo de 1959, cuando la maestra Mencía Catalina Renville Santos recibió un pequeño sacapuntas amarillo que bautizó con ternura como “Brújula Amarilla Grande”.

No imaginaba que aquel gesto cotidiano se transformaría en el punto de partida de una de las colecciones más originales y simbólicas del Caribe: un museo del afecto y la memoria escolar dominicana.



Durante más de cinco décadas, con la paciencia de una artesana del alma, la profesora Renville convirtió su casa en un santuario de recuerdos donde cada sacapuntas afilaba no solo lápices, sino también conciencias, nostalgias y gratitudes.

Nació el 30 de diciembre de 1916, en San Cristóbal, República Dominicana, hija del agricultor Pedro C. Renville Brito, de ascendencia franco-haitiana, y de Mercedes de los Santos, mujer de temple y valores cristianos.

Desde niña mostró un espíritu curioso y disciplinado. Participaba en deportes —voleibol, natación— y en grupos culturales como “Encanto Femenino”, adelantada a su tiempo, cuando la mujer dominicana apenas empezaba a ocupar espacios públicos.

Su vocación pedagógica fue su brújula.

Durante más de 45 años, enseñó en la Escuela Juan Pablo Pina, en escuelas rurales, y finalmente en el Instituto Politécnico Loyola (IPL), donde impartió ciencias sociales y moral.

Sus alumnos la recuerdan como una maestra dulce pero firme, que enseñaba no solo a pensar, sino a sentir respeto por el conocimiento.

Uno de los recuerdos más entrañables lo cuenta su sobrino, el Dr. Guaroa Ubiñas Renville, quien la observó realizar uno de sus gestos más nobles:

> “Recuerdo que mi tía Mencía, con los ahorros que guardaba en una alcancía de madera, compró una grabadora. La usaba para grabar las exposiciones de sus alumnos y luego se las hacía escuchar para que ellos mismos identificaran sus errores y mejoraran sus futuras presentaciones. Me impresionó ver cómo disfrutaba ese proceso de aprendizaje compartido.”

Ese detalle sencillo pero innovador revela su profunda vocación experimental y amor por la mejora constante, anticipándose décadas a las técnicas modernas de autoevaluación pedagógica.

Su colección llegó a más de 3,000 sacapuntas de todas las formas imaginables: animales, instrumentos musicales, medios de transporte, edificios, símbolos religiosos, personajes históricos y figuras abstractas.

Cada pieza estaba cuidadosamente clasificada por color, fecha, procedencia, material, forma y nombre del donante.

Era común verla tomar nota a mano, con su caligrafía perfecta, sobre quién le había obsequiado cada sacapuntas y en qué circunstancia.

Los mostraba en vitrinas de caoba construidas en su propio hogar, recibiendo visitantes de manera gratuita, siempre con su sonrisa inconfundible.

Muchos de esos objetos tenían dedicatorias grabadas o escritas: diminutas cartas de afecto de antiguos alumnos y amigos.

Uno de los más simbólicos era un sacapuntas en forma de globo terráqueo, emblema de su sueño de una educación sin fronteras ni prejuicios.

Por su casa pasaron visitantes de Alemania, Japón, Estados Unidos, Haití, Francia y Venezuela, además de alumnos, turistas, periodistas y artistas.

La prensa dominicana la calificó como “el único museo de sacapuntas del Caribe y uno de los cinco más notables del mundo”.

El periodista Rafael Emilio Yunén escribió en su blog Arte Único:

> “La maestra Mencía no acumuló objetos, sino símbolos. Cada sacapuntas era un altar diminuto al trabajo, al estudio, a la memoria del aula.”

🏅 Reconocimientos y homenajes

Medalla al Mérito Magisterial, Ministerio de Educación (2002)

Hija Distinguida de San Cristóbal, resolución municipal (2011)

Condecoración del Patronato de Educación Especial

Reconocimiento de la Cámara de Comercio y del Ayuntamiento Municipal



Tarja de homenaje colocada por el Ministerio de Cultura y el IPL

Su nombre figura en la Galería Nacional de Educadoras Distinguidas

En agosto de 2013, su colección fue trasladada al Instituto Politécnico Loyola, donde permanece en exhibición permanente, bajo el cuidado de las autoridades educativas y culturales.



Falleció el 12 de abril de 2013, a los 96 años, en su casa de toda la vida. Su funeral fue una procesión cívico-cultural: exalumnos marcharon llevando sacapuntas como símbolos de gratitud.

El eco de su legado resonó en redes sociales, con miles de mensajes y fotografías compartidas bajo el nombre que la inmortalizó:

“La Maestra de los Sacapuntas.”

Hoy, su museo en el IPL sigue siendo un espacio vivo de memoria pedagógica, y existen proyectos para reinstalarlo en el centro histórico de San Cristóbal, con una muestra interactiva, talleres escolares y rutas culturales.

💬 Testimonios orales y memoria colectiva

Ramón Jaar, historiador y amigo personal, dijo alguna vez:

> “Mencía Renville fue una maestra que no enseñaba fechas, sino valores. Su casa era un aula y su sonrisa, un libro abierto.”

La profesora Celsa Matos, exalumna del Loyola, recuerda:

> “Nos enseñaba a mirar el mundo con respeto. Decía que un lápiz bien afilado es un pensamiento que empieza a brillar.”

Y el Dr. Guaroa Ubiñas Renville concluye:

> “Su museo no era de sacapuntas, era de humanidad. Allí uno aprendía que lo pequeño puede contener lo infinito.”

Mencía Renville no coleccionó metales ni plásticos, sino emociones y recuerdos.

Su vida fue una lección silenciosa sobre la constancia, el amor y la pedagogía como arte de vivir.

Convirtió lo minúsculo en monumental y lo cotidiano en eterno.

Afiló la historia con sacapuntas, y aún hoy, en cada lápiz que se afila en una escuela dominicana, sigue brillando su espíritu.

📝 Fuentes y referencias escritas confirmadas

1. Blog “Arte Único” de Rafael Emilio Yunén – Mencía Renville

2. Reportaje especial de El Nacional: Colección Sacapuntas, El Orgullo de Mencía

3. Crónicas orales: Prof. Ramón Jaar – Memoria SC; Archivos de la Fundación Literaria Aníbal Montaño

4. Resolución del Ayuntamiento de San Cristóbal, 2011 – Atractivo Cultural Municipal

5. Testimonios públicos en grupos de Facebook San Cristóbal Tours, Memorias de San Cristóbal, Maestros que dejaron huella

6. Entrevista oral con Dr. Guaroa Ubiñas Renville, sobrino y testigo de su legado.



Por ANDRÉS JULIO RIVERA BAZIL 



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