De acuerdo, será como tú digas.
Me declaro culpable
de ser el único responsable
de todo lo malo
sucedido entre nosotros.
Me declaro culpable
de no ser transparente,
de venderte falsos
sueños, de ser posesivo y extremadamente celoso.
Me declaro culpable,
de no ser atento,
de dañar nuestros
mejores momentos
de haberte hablado
mentiras,
de ser el peor como
afirmas,
de los amores que han
pasado en tu vida.
Me declaro culpable.
No alegaré nada en mi
defensa.
Reza el padre nuestro
como tú lo entiendas,
como a ti convenga
bien.
Acusarme de todo
cuanto quieras
y te juro que no me
ofenderé.
Si hasta de
"mujercita" me tildas,
que a todo cuanto
digas, asentiré.
Solo diré amén y amén
y toda razón te daré.
Me declaro culpable.
Y en esta mi
despedida,
pido a Dios que te
bendiga,
que siempre te vaya
bien,
hermosa y bella
mujer,
dulce amor de mi
vida.
Con Dios siempre, a
sus pies."
Por LEONARDO CABRERA DIAZ

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