Para Wiggins el amarillo, para Froome los titulares

PARIS.- A la undécima etapa, el Tour de Francia 2012 se aclaró. La victoria en la jornada se la llevó Pierre Rolland, joven francés para alegría local, tras una múltiple escapada, después culminar la Madeleine, la Croix de Fer y finalmente La Toussuire. Atacó en la última cota a sus compañeros de aventura llegados de la Europa del Este Vasil Kiryienka y Robert Kiserlovski. El galo firmó el doblete en los Alpes de su equipo, el Europcar, tras el éxito de Thomas Voeckler. Pero la luz se vio atrás.

La etapa reina de este Tour, la más dura dejó tan claras tantas cosas que restó importancia a las jornadas que vendrán. Mostró al público que Cadel Evans no va fino. El actual campeón probó un ataque de lejos en la Croix de Fer, quizá el primero de su vida, con su compañero Tejay Van Garderen pero, sin fuerzas, no logró sacar ni 20 segundos de ventaja y acabó hundido en los últimos kilómetros de la etapa. Perdió más de un minuto con Bradley Wiggins y se colocó cuarto en la general, muy lejos ya de la victoria.

La segunda jornada en los Alpes también dejó patente que los animadores de la carrera, el italiano Vincenzo Nibali, que subió al podio provisional de la etapa, el belga Jurgen Van der Broeck, quinto ahora, y el jovencísimo francés Thibaut Pinot, alegran la vista pero no tienen piernas suficientes para hacer daño al equipo del maillot amarillo, el poderoso Sky de Wiggins. Lograron medio minuto en La Toussuire pero acabaron engullidos por Chris Froome.

Sí. Por Froome. Y es que si alguna cosa se pudo observar en esta undécima etapa es que el gregario, el keniano, el más joven es más fuerte cuesta arriba que Wiggins. Lo demostró en la Vuelta del año pasado, en el Angliru, y lo repitió en este Tour. Cuando atacaron Nibali y compañía, el británico se puso en sus manos y éste le llevó hasta los fugados. Una vez allí, a Froome probó por probar y Wiggins no le siguió. Su pinganillo empezó a echar humo y al final tuvo que frenar. La dirección del equipo prefiere una victoria sin problemas del hijo predilecto.

La carrera también expuso el bajo nivel del ciclismo español en esta edición de la ronda gala pero eso quizá ya lo sabíamos. Alejandro Valverde se metió en la escapada buena pero cedió a las primeras de cambio, Juanjo Cobo estuvo entre los favoritos pero no aguantó el ritmo de Froome y algo parecido le pasó a Haimar Zubeldia que, eso sí, mantiene su sexta plaza. Le rebasó Van der Broeck pero él superó a un hundídisimo Denís Menchov.

Y ahora el recorrido pierde fuerza. En la duodécima etapa habrá dos puertos de primera categoría, Grand Cucheron y Col du Granier, pero a más de 100 kilómetros de meta. La jornada parece propicia para una escapada larga de corredores importantes pero hundidos en la general (como Valverde, por ejemplo) y no se prevén muchos movimientos en la general.

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