Impacto desastroso por prohibición DGA para enviar ropa usada

NUEVA YORK.- La decisión de la Dirección General de Aduanas (DGA) de prohibir a partir de ayer miércoles primero de agosto el envío de ropas y zapatos usados a la República Dominicana, tendrá un impacto desastroso en esa industria, dijeron representantes de embarcadoras locales que esperan que el presidente Leonel Fernández revise la medida y la reconsidere a la brevedad posible.

La decisión de la DGA impactará en miles de empleos que se han creado tanto en el exterior como en el país caribeño y de los que se mantienen cientos de familias. Pequeños negocios que se dedican a vender ese tipo de ropa, también sufrirán las consecuencias negativas.

Claritza Báez, secretaria ejecutiva de Aeromundo Express NY, embarcadora situada en la calle 175 y la avenida Amsterdam en el Alto Manhattan dijo que República Dominicana es un país pobre y la decisión del gobierno afectará enormemente a la comunidad.

Señala que contrario a lo que alega la DGA, el volumen de envíos no ha subido y han bajado en más de un 40% debido a la recesión económica.

“Y si han bajado por la recesión, entonces la comunidad no podrá ayudar a sus parientes debido a que somos inmigrantes pobres y no todos podemos enviar remesas o artículos caros”, expresa.

Recordó que la DGA cobra un impuesto de hasta $2.000 dólares o más por cada furgón enviado, dependiendo de la cantidad de artículos que tenga el contenedor, lo que varía de acuerdo al volumen.

Explica que en cuanto a los electrodomésticos a esas compañías las tienen muy restringidas. “Desde hoy hemos detenido los envíos de la ropa usada, porque debemos respetar la ley”, detalló Báez. “Los furgones que están en camino o ya en puertos podrían ser confiscados y las mercancías no llegar a sus destinatarios en el país y según se nos dijo, todo lo que se envíe desde ahora, tiene que estar mezclado con comida”.

Claritza sostiene que las empresas están luchando para que la DGA revise esa decisión y tomar en cuenta que los envíos son una ayuda familiar y no comercial.

“Los shippings lo que hacemos envíos que sirven de ayuda a familias pobres del país y después que aquí las personas que hacen los envíos dejan de usar sus ropas, se las mandan a sus parientes, vecinos y amigos”, añadió la ejecutiva.

Señaló que la ley que data de 1973 y revivida por la DGA, está totalmente mal fundada, porque con el envío de las ropas usadas, no se afectan a las tiendas “y quienes compran ropas nuevas, las seguirán comprando. Esto es simplemente ayuda familiar”.

Báez señaló que esos envíos se hacen a modo de regalo “y no hay explicación para demostrar que nosotros estamos afectando al comercio de nuestro país con los envíos que hacemos”. Expresó que el gobierno, la DGA y todos los que tienen que ver con la decisión tienen que recapacitar, revisar la medida y dar marcha atrás, porque esto, le va a dar un golpe muy duro a la comunidad en el exterior y a la propia sociedad dominicana.

“Sobre todo a la clase baja que es la mayoría” y añadió que cientos de personas se verán sin sus trabajos y afectadas. “La gente va a dejar de mandar y no todo el mundo puede enviar comida, pero cualquiera hace un sacrificio sacando sus ropas que no usa del closet para hacerlas llegar a sus familiares”, agregó Báez.

Claritza aclaró que de ninguna manera se pueden catalogar esos envíos como comerciales, “porque eso es cuando se mandan hasta 10 cajas y nadie las envía. Por lo general, se envían entre 1 a 2 cajas. Ahora, no podrán enviarla ropa y tampoco la comida y muchas veces, algunos mandan una cosa o la otra, pero habrá casos en los que no podrán hacerlo con una ni con la otra”.

Aeromundo Express NY envía aproximadamente 240 cajas y unos 70 tanques, además de electrodomésticos y mueblería para el hogar por semana. “Pero el 95% de lo que se envía por esta empresa son objetos, ropas y artículos usados”.

La empresa, añade Báez, envía un furgón a la semana.

Desmintió que la ropa usada que se envía desde Estados Unidos represente un riesgo de transmitir enfermedades contagiosas y lleguen con plagas o insectos debido a los controles sanitarios y los estándares de calidad existentes en Norteamérica.

Insistió en que los envíos ofrecen ayuda personal y la procedencia de las ropas no es desconocida que es lo que establece la ley 458 de hace 39 años.

En cuanto a la reacción de sus clientes, dijo que están preocupados y muchos hablan hasta de organizar piquetes en protesta por la decisión de la DGA. “En países desarrollados como Estados Unidos tenemos la facilidad de comprar ropas de calidad a precios baratos, por lo que nos las ponemos quizás una vez o dos y ya no queremos seguir usándolas y las regalamos a familiares que tenemos allá, lo que no se puede hacer en un país tercermundista como el nuestro”.

Entre tanto, en el portal internet de la DGD, nadie puede acceder a informaciones respecto a la medida ni exponen sus quejas o aclarar dudas, debido a que la casilla dedicada a esa parte, aunque dice “hacer click aquí” no abre.


Por MIGUEL CRUZ TEJADA

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