Crecerá sólo el 0,3% en 2013, frente al 0,9% calculado en la anterior revisión del BBVA. El banco español no descarta incluso que se mantenga la recesión. En 2012, el PBI de la región caerá 0,3%, una décima por encima de lo previsto
No obstante, el último informe Situación Europa del BBVA Research, difundido este jueves indica que si se aplican las medidas previstas en la cumbre europea de junio y por el Banco Central Europeo (BCE) -en referencia a la compra de deuda soberana de los países que pidan ayuda-, los problemas de financiación de la zona euro deberían comenzar a aliviarse después del verano en el Viejo Continente, que concluye el 21 de septiembre.
Para 2012, el BBVA hizo una mínima revisión a la baja de sus previsiones, ya que calcula que la caída del Producto Interior Bruto (PIB) de la zona del euro será del 0,3% en lugar del 0,2 por ciento.
Esta revisión a la baja se produjo por la intensificación de las tensiones financieras durante el segundo trimestre, que podría recortar hasta 0,2 puntos porcentuales de crecimiento en el conjunto del año. Aunque esto se compensaría, en partek con unos precios menores del petróleo y un euro más depreciado.
Frente a este escenario, las previsiones del BBVA contemplan una mayor destrucción de empleo (0,7% en 2012 y 0,2% en 2013) y un aumento de la tasa de desempleo hasta el 11,2% este año y el 11,5% el siguiente.
El banco español recordó que las medidas adoptadas en la cumbre de junio en Bruselas fueron positivas, como la supervisión común del sistema bancario y la consiguiente posibilidad de recapitalización directa del sistema financiero a través de los fondos de rescate. Sin embargo, destacaron que al no ser su aplicación inmediata, ni estar exenta de riesgos, a su entender no han constituido una solución convincente y definitiva ante las dudas del mercado.
Los mayores riesgos en la implementación de estas medidas para el BBVA Research se derivan de la posibilidad de un accidente financiero en algún sector de Europa, con un elevado potencial de contagio. Pero a pesar de esto, ni siquiera en ese escenario ven factible una ruptura del euro, ya que las autoridades europeas "parecen más que dispuestas a intervenir de manera decidida en caso de que sea necesario".
A pesar de ello, los inversores siguen incorporando ese escenario "rupturista" a sus decisiones, sobre todo tras los episodios de inestabilidad política en Grecia y la evidencia de que la estrategia adoptada por Europa para reconducir los desequilibrios de la periferia pasa por una fuerte recesión en varios países, lo que hace más difíciles los ajustes, según el mismo informe.
También juegan en contra las incertidumbres sobre la implementación de los acuerdos alcanzados en la cumbre, incluyendo la aprobación final por parte de Alemania del fondo de rescate permanente (MEDE), prevista para septiembre. En el caso de que se agravaran las tensiones, el centro de estudios del BBVA también cree importante que las autoridades europeas aseguren la provisión de liquidez en los principales mercados de financiación.
Asimismo, contempla ciertos riesgos relacionados con el entorno exterior, como los precios de las materias primas y una desaceleración de la demanda global más rápida de la esperada, entre otros. Por su parte, la OCDE percibe un debilitamiento en la actividad económica de la zona euro, una tendencia que vuelve a agravarse en los indicadores compuestos avanzados mensuales que fueron publicados este jueves.
Para la zona euro, la caída fue de 10 centésimas (había sido de ocho en mayo) hasta quedar en los 99,44 puntos. Esto significa que por octavo mes consecutivo quedó por debajo del umbral de las 100 unidades.
Dentro de los países miembros de la moneda única, hubo caídas mensuales en todas las grandes economías: Alemania (perdió 19 centésimas hasta los 99,26 puntos); Francia (-8 centésimas a 99,53 unidades); Italia (-7 centésimas a 98,87 puntos); y España (-14 centésimas para ubicarse en las 100,34 unidades).
España lleva seis meses consecutivos de rebaja de su indicador, aunque junto a Irlanda (-2 centésimas a 101,10) y Eslovenia (-14 centésimas a 100,34 puntos) son las únicas naciones de la Eurozona que siguen por encima de los 100 puntos.
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