GIJON.- España disputará su novena final de la Copa
Davis, cuarta en cinco años. Será del 16 al 18 de noviembre, ante Argentina o
la República Checa, siempre a domicilio. La victoria de David Ferrer contra
John Isner, por 6-7 (3), 6-3, 6-4 y 6-2, en tres horas, dio el tercer punto al
equipo de Alex Corretja, que defenderá así el título conquistado el pasado año.
Gijón disfrutó de otro fin de semana triunfal de
nuestro tenis, felizmente acostumbrado al éxito desde que hace 12 años, en el
Palau Sant Jordi de Barcelona, con Juan Carlos Ferrero a la cabeza, conquistó
ante Australia su primera Ensaladera. La pentacampeona de la competición
acumula ya 24 eliminatorias invicta como local.
No pierde en casa desde que el
Brasil de Gustavo Kuerten se impuso en Lleida en 1999. España vence por 3-1. El
hecho de que el encuentro haya alcanzado los cuatro sets permite prescindir del
último punto, que no se disputará. Estados Unidos ve cómo por tercer año
consecutivo fracasa ante el mismo adversario, que el pasado curso le superó en
Austin, en cuartos, y en 2009 lo hizo en semifinales en Las Ventas.
Al igual que sucediera en el partido que abrió la
semifinal, David Ferrer perdió el primer set. No es fácil ganar, aunque se
trate de arcilla y su extraordinario balance, ya de 16 triunfos y ninguna
derrota en esta superficie, invite a pensar lo contrario. Enfrente tenía al
número 10 del mundo, un hombre que ha derrotado en el curso presente en esta
superficie a Federer y Tsonga, a los dos a domicilio y sobre polvo de ladrillo.
El encuentro tuvo una secuencia muy similar. Como
entonces, el español fue el primero en romper. Lo hizo en el tercer juego,
poniendo la victoria muy de cara. Isner, sin embargo, recuperó su saque en el
sexto y tuvo una bola para colocarse con 5-3 y servicio antes de llegar al
desempate. También dispuso Ferrer de su oportunidad, con igualada a cuatro,
pero el norteamericano acudió con éxito a la red. Salvaría incluso dos amenazas
más con 5-5, la primera de ellas, bajo el auxilio de su servicio, arma
incombustible. Tres 'aces' conectó en el 'tie break', suficiente para tomar
ventaja ante un Ferrer demasiado errático, que envió dos restos largos en la
conclusión.
Poco a poco asentado sobre la tierra, en la mañana
más fresca y nublada del fin de semana, con las gradas nuevamente demasiado
huérfanas para tratarse de la jornada definitiva y un público que supo
interpretar los momentos delicados por los que pasó el español, Ferrer adquirió
solidez y empezó a hacer jugar a Isner, a no depender tanto de los servicios
abiertos y el golpe de derecha del estadounidense. Se trataba de llevar la disputa
a su terreno, a los cánones imperantes en la superficie, de prolongar los
puntos hasta generar el error de su rival. Un 'break' en el séptimo juego del
tercero le proyectó hacia la victoria en el tercer set. Alex Corretja sabía de
la importancia de esa fractura y se giró hacia el público encorajinándolo para
que diese un empujón más a su jugador.
El desenlace ya no tenía vuelta atrás. Isner se fue
desmoronando. Volvió a ceder su mejor argumento en el tercer juego del cuarto
(16 'aces' totalizó). Ferrer salvó un punto de 'break' en el siguiente y puso
rumbo definitivo hacia 'la sexta'. La República Checa, que domina a Argentina
en Buenos Aires por 1-2, se barrunta como rival, más aún después de que la
supervivencia de los locales haya quedado en manos de Carlos Berlocq, 45º del
mundo, debido a la lesión de muñeca de Del Potro. Él juega el cuarto punto
contra Tomas Berdych, 6º en el escalafón.
Fuente EL MUNDO
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