El Bulevar de la vida

Así como, según Fernán Gómez “las bicicletas son para el verano”, así los preservativos son útiles para el sexo, pero solo para el sexo.
La cuestión de la reforma no está solo en sus contenidos, sino en sus detalles.

La batalla intelectual, la que sataniza o defiende la cosa, es asunto de los políticos gubernamentales y los empresarios “con pique”, con sus asesoras hermosas y todo eso.

A ambos, gobierno y empresarios, les conviene la estabilidad y que la inversión del Estado no disminuya hasta el riesgo de paralizar la economía y afectarnos a todos. Aunque esas querellas no me preocupan tanto, pues sé que ellos (políticos y empresarios), desde Lilís hasta ayer como a las cuatro siempre se han entendido.

El otro escenario es el de la comunicación política, la participación y las decisiones sobre el país que queremos. Los detalles. Los detalles.

Hablo de comunicación y percepción, hablo de los detalles, y no los de Roberto Carlos que son cosa de viernes, cerveceo, pena, versos, colmadón. 

Que el Estado mantenga la inversión social y cuide y transparente sus gastos.

Y no hablo de que gaste menos -y menos en tiempo de crisis-, sino de que gaste mejor, con calidad y transparencia, y siempre a partir de las prioridades nacionales, lo que le otorgaría la legitimidad necesaria para pedir un sacrificio más a un pueblo de sacrificados.
Hablo de eliminar –por Decreto si fuera necesario- los excesos y chulerías primermundistas de una élite de altos funcionarios, por  decir.        

Que imagine el gobierno lo que simboliza/significa el empobrecimiento o la quiebra de una sola empresa por culpa de otro aumento de los impuestos (reforma fiscal), al tiempo que un legislador cualquiera –aunque pueda ser ágrafo y monosilábico, no importa- recibe los beneficios que no recibe ningún legislador en América Latina. Salario de lujo. Exoneraciones. Barrilitos. Cofrecitos. Tarjetas de crédito. Pago por trabajar (asistir a las sesiones o reunión de comisiones) y mil beneficios más,  en un país donde un médico especialista con 22 años de estudio gana 37,879 pesos mensuales, si trabaja tanda completa.

El problema del gobierno no es la economía y sus empresarios en “quille”, (lo que es un gran problema), sino la comunicación política, los detalles que percibe el ciudadano ante el drama que representa tener un gobierno que ofrece los servicios de Biafra y mantiene a una élite bancaria y legislativa que gasta y consume como si fuera alemana.
 Es el tiempo de los detalles, de un Stop al sempiterno reparto del Estado como un botín, como ahora sabemos que ocurre en Bienes Nacionales.
La discusión entre peledeístas and friends y los señores de la gran empresa y su “sociedad civil” puede continuar.

Al fin, el PLD quiere seguir gobernando y los ricos quieren seguir siendo ricos y dueños del país. Pero les advierto que Miami es buena por sus noches de azul, mar y mulatas, ay, París por sus muchachas de poesía y boina gris, pero solo para vacacionar, para ser visitadas.

Por eso les recuerdo que esta es la única patria que tenemos los dominicanos, ricos o pobres, el único pedacito de tierra donde ya nunca/jamás seremos extranjeros. Y no olvidemos que desde los griegos, el exilio es un castigo.

Cuidado con los detalles.

Si no hay acuerdos habrá entierros, y “para enterrar a los muertos como debemos, cualquiera sirve, ay, cualquiera, menos un sepulturero”. Advirtió León Felipe.



Por PABLO MACKINNEY
El autor es productor de televisión

No hay comentarios.: