La apelación ante la Cámara de Nueva York solicita anular la orden de pagarle a los holdouts. Es para poder cumplir con el vencimiento del 15 de diciembre a los bonistas que en 2005 y 2010 aceptaron el canje de deuda.
La presentación, a la que tuvo acceso Infobae América, hace énfasis en varias cuestiones: las "inequidades y deficiencias" de la sentencia de Griesa; la "falta de competencia" del juez; y las "amenazas" para el cumplimiento del pago a los bonistas que entraron en los canjes así como a la "soberanía" del Poder Legislativo argentino.
De acuerdo a lo difundido por el Ministerio de Economía argentino, este país apeló la orden de Griesa porque entiende que el juez "carecía de las competencias necesarias para disponer la suspensión de la medida de no innovar que regía el procedimiento y, por ende, en este punto el fallo es nulo".
En ese sentido, el escrito -enviado el lunes por la noche a la Cámara neoyorquina- reclama "el mantenimiento de la medida cautelar de no innovar (stay) hasta tanto el proceso de apelaciones se pueda completar" el cual, según el gobierno de Cristina Kirchner, "se encuentra en pleno trámite a partir de la solicitud de revisión al Plenario de la Cámara que hizo Argentina" la semana pasada.
De esta forma, el país sudamericano busca asegurarse el 15 de diciembre el cumplimiento del pago de los intereses a los bonistas que entraron en los canjes de deuda de 2005 y 2010, por un monto superior a los 3.000 millones de dólares.
Sobre las "deficiencias de la orden de Griesa", el documento remarca que hubo una "inequidad manifiesta de la fórmula propuesta por el juez para llevar a la práctica la cláusula de pari passu. Esto fue al decidir "pagarles a los fondos buitre el total de su reclamo y en una sola cuota el 15 de diciembre, mientras los bonistas que entraron al canje sufrieron quitas importantes y se les aplicó plazos de pago que van hasta el año 2038".
Al respecto, el gobierno argentino planteó en su reclamo que "si Griesa hubiera dispuesto una fórmula de pago pro rata que tratara a los actores y a aquellos que estuvieran en la misma posición en los mismos términos que la Argentina ofreció en 2010, éste hubiera sido un remedio consistente con los antecedentes amparados por la ley argentina y podría ser una propuesta que el Congreso argentino podría debatir".
Así, por primera vez Argentina da señales de negociar el pago con los "fondos buitres", como se denomina a los acreedores que no ingresaron a los canjes de deuda de 2005 y 2010.
Por otro lado, la petición destaca el "ataque a la soberanía que representa el desconocimiento de las leyes sancionadas por el Congreso argentino, con el consenso de una amplia mayoría de las fuerzas con representación parlamentaria".
La posición argentina insiste en que "la suspensión de la orden hasta que la Cámara de Apelaciones resuelva es la única forma en la cual se protege la continuidad operativa del sistema financiero de Nueva York y a sus agentes financieros, al igual que a los tenedores de deuda soberana en general".
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