IPI: se deteriora la libertad de prensa en la región

El Instituto de Prensa Internacional alerta sobre las condiciones en que se ejerce el periodismo en Latinoamérica. La persecución gubernamental y la violencia, los principales riesgos.

El reporte anual sobre la libertad de prensa del año 2011 reporta un panorama sombrío para el ejercicio del periodismo. Mariela Hoyer Guerrero, asesora de Libertad de Prensa para Latinoamérica y El Caribe del IPI, escribió un artículo referido a la situación en la región.

Allí, sostiene que “México se convirtió en el país más peligroso del mundo para los profesionales de los medios de comunicación, con 10 muertos en 2011”. En tanto, América Latina superó a Asia y Medio Oriente como la región más peligrosa, con 35 muertos. Guerrero afirma que las principales razones de esto son la delincuencia organizada y la inestabilidad política.

Además, Honduras se posicionó como el segundo país más mortífero para los periodistas en la región, con seis asesinatos. La mayoría de las víctimas eran seguidores del derrocado Manuel Zelaya, por lo que el IPI entiende que se trata de claros ataques contra la libertad de prensa.

Brasil, con cinco reporteros asesinados; Perú, con tres; El Salvador, con dos, siguen en esa lista. En tanto, también se registraron crímenes de periodistas en Paraguay, Bolivia, Colombia y Guatemala.

Pero, los periodistas enfrentan otros riesgos: ataques contra los medios de comunicación, amenazas, agresiones físicas y demandas judiciales. “Cócteles molotov, granadas, bombas incendiarias y armas de fuego fueron utilizadas para atacar las oficinas de periódicos y emisoras”, indica el artículo. En todos los casos, estos ataques estuvieron relacionados con la cobertura periodística de algún episodio.

En Perú, fue evidente la censura durante la campaña presidencial, cuando varios periodistas debieron renunciar o fueron despedidos para evitar las críticas a Keiko Fujimori. Los periodistas en Panamá, Guatemala, Nicaragua y Argentina denunciaron la influencia de la pauta publicitaria en el tratamiento de los temas. “En América Latina, los políticos habitualmente manipulan la publicidad en un sistema de recompensa y represalias”.

Además, el IPI denunció el crecimiento de la autocensura, las ataques a la libertad de expresión en internet, las amenazas de muerte –más extendidas en zonas regionales-, los ataques físicos –en su mayoría registrados en manifestaciones- y las acusaciones judiciales.

En ese sentido, se sostiene que las autoridades usan las leyes penales para silenciar a los periodistas críticos. “Difamación fue el cargo más común, aunque las autoridades ecuatorianas también utilizan los cargos relacionados con el sabotaje, el terrorismo y la calumnia con el fin de eliminar los informes críticos”.

Como ejemplo, se mencionan los casos de las demandas de Rafael Correa contra los autores del libro El Gran Hermano y el diario El Universo; la detención en Venezuela de los periodistas de la revista Sexto Poder y la multa contra el canal Globovisión. En coincidencia, en esos países no se colaboró con las organizaciones de defensa de la prensa.

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