MELBOURNE.- Roger Federer entrará en la historia
como el mejor tenista de todos los tiempos. Algunos de sus partidos serán
recordados durante años. Este cuarto de final con Tsonga no será uno de ellos
pero sí le ha permitido alcanzar la trigésimo tercera semifinal de Grand Slam
de su vida, tras derrotar al francés en cinco sets (7-6, 4-6, 7-6, 3-6 y 6-3).
El mosquetero es todo fuego de artificio. Sus
servicios, su potente derecha y sus subidas a la red hacen difícil que su rival
entre en el partido. Eso es lo que le ocurrió a Roger, incómodo en las más de
tres horas y media que duró el encuentro.
El suizo se llevó el primer set en el tie-break.
Federer rompió el saque del francés y cogió ventaja, pero el francés, luchador,
igualó la manga. El servicio que perdió el de Basilea fue el primero en todo el
torneo. En el desempate, un único mini-break bastó para que el set cayera del
lado del jugador de Basilea.
Tsonga, muy intenso, cogió ventaja en el segundo
parcial. Gracias a su servicio, fue capaz de mantener la distancia hasta el
final. Atacando desde dentro de la pista, mantuvo sus servicios con sencillez
para igualar el partido.
Los dos siguientes sets fueron un calco de los
anteriores. En el tercero, ambos jugadores se rompieron sus saques y llegaron
al tie-break. En el juego de desempate, la templanza del suizo volvió a ser
clave. La experiencia de Roger es un grado, sobretodo cuando el partido entra
en momentos calientes.
El jugador de Le Mans resurgió en el cuarto. Con la
urgencia del resultado, Tsonga se soltó. Logró romper el servicio de su rival
en los primeros juegos de la manga, y mantuvo la ventaja hasta el final para
firmar un 6-3 que prometía grandes emociones en el set definitivo.
El parcial final fue el más disputado. El público,
que llenó la Rod Laver Arena, observó grandes intercambios de golpes y puntos
de mayor nivel. Una sola rotura de servicio bastó al suizo, que desperdició
cuatro bolas de partido al resto. Ya con su saque, no perdonó y la quinta fue
suficiente.
En su trigésimo tercera semifinal de Grand Slam, el
helvético se enfrentará a Murray, su verdugo en la final olímpica de Londres,
que eliminó a Chardy por 6-4, 6-1 y 6-2 y que no ha cedido un set en todo el
torneo.
No hay comentarios.: