Cómo extraño a George Steinbrenner.
Hasta que la tormenta de fuego hizo erupción la
semana pasada con el reporte sobre que Alex Rodríguez fue acusado de adquirir
sustancias controladas para mejorar el rendimiento en una clínica del sur de la
Florida, los Yankees estaban teniendo uno de los recesos de temporada más
tranquilos en décadas.
A-Rod negó rotundamente esas acusaciones, pero el
fuego sigue vivo.
Con esta nube negra merodeando, junto a la reciente
cirugía en la cadera que lo mantendrá fuera de acción al menos hasta el receso
por el Juego de Estrellas, el futuro de Rodríguez con el uniforme a rayas es
incierto.
Reportes de los medios están llenos de
especulaciones acerca de cómo los Yankees pudieran evitar pagarle a A-Rod los
$114 millones que aún le deben.
Odio ser negativo, pero esta saga ha devuelto a los
Yankees a las contraportadas de los tabloides de la Gran Manzana - uno de los
lugares favoritos del desaparecido Steinbrenner.
¿Se imaginan a El Jefe permitiendo que los Azulejos
de Toronto y los Dodgers de Los Angeles le roben el show por casi todo el
receso de temporada?
¿A los súper poderosos Yankees?
Me habría encantado escuchar a El Jefe, en su típica
forma altanera de hablar, hablarnos acerca de su equipo y de todo lo que
realmente está pasando.
Aún faltan dos semanas para el arranque de los
entrenamientos primaverales, pero los expertos ya están vaticinando que los
Yankees no llegaran a la postemporada.
Toronto, con todas sus adquisiciones, se armó
"hasta los dientes"; Baltimore y Tampa Bay seguramente darán la
pelea.
Tomo prestada una frase del manager de los Rays Joe
Madden (¿o fue W.C. Fields?), el desplome de los Yankees de Nueva York es una
tremenda exageración. Eso es lo que Maddon dijo acerca de sus Rays hace dos
años, y tenía razón. Terminaron avanzando a playoffs.
Siempre sentí que el gerente general de los Yankees
Brian Cashman era uno de los managers más subestimados de este negocio.
Esa pudiera ser una noción ridícula si consideramos
que tenía el poder para conseguir cualquiera pieza que los Yankees necesitaban
para ganar la Serie Mundial. Sus equipos han ganado 12 títulos del Este de la
Liga Americana y cuatro Clásicos de Otoño.
Cuando tu nómina supera casi siempre los $200
millones, es mucho más fácil ganar un banderín. Sin embargo, mi argumento es
que incluso con más recursos que cualquiera de los otros equipos, las
decisiones de Cashman han ayudado a mantener a los Yankees en la cima.
En 2009, cuando los Yankees obtuvieron su 27mo
trofeo de Serie Mundial, fue Cashman, durante el invierno previo, quien
convenció a los altos mandos del club de ir tras Mark Teixeira, un pelotero que
hace la diferencia.
Dicho esto, creo que la reputación de Cashman está
en juego.
No es un decreto estricto, pero el propietario del
equipo Hal Steinbrenner quiere que la nómina de los Yankees para el 2013 sea
menor a los $189 millones. Eso evitará que la franquicia tenga que pagar el
famoso impuesto de lujo. El equipo tuvo que pagar $18.9 millones en impuestos
el año pasado.
Cashman insiste en que ese tope de los $189 millones
no está afectando la manera en que los Yankees están operando este receso de temporada.
Con los entrenamientos primaverales a la vuelta de
la esquina, los Yankees están lejos de tener asegurado un lugar en octubre.
Eso podría convertir al 2013 en el mayor reto de los
Yankees en 20 años.
Por
HAL BRODLEY/MLB.com
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