WASHINGTON.- El Plan de Emergencia del Presidente de
Estados Unidos para el Alivio del SIDA (PEPFAR), establecido hace 10 años, ha
dado lugar a una “notable expansión” en los servicios para las personas que
viven con VIH/SIDA en todo el mundo, según un informe publicado el 20 de
febrero.
Los hallazgos de un panel de estudio del Instituto
de Medicina (IOM) señalaron que la campaña ha “alcanzado o superado” muchos de
sus objetivos para expandir el tratamiento a las personas que viven con VIH, al
brindar atención a aquellos que padecen de SIDA y proporcionar opciones de
prevención a quienes están expuestos al riesgo de infección.
PEPFAR procura llegar a seis millones de personas
con tratamiento antirretroviral (ART) para el VIH, mientras que el alcance
actual del programa llega a aproximadamente cinco millones de personas con
medicamentos que salvan vidas.
Los miembros del panel anunciaron sus conclusiones
en una sesión informativa que tuvo lugar en la Academia Nacional de Ciencias,
institución de la cual depende el IOM, en Washington. Jennifer Kates, miembro
del panel, manifestó que los esfuerzos del PEPFAR para atender a las personas
con SIDA y sus dependientes están superando los objetivos.
El objetivo del programa es obtener un alcance de 12
millones de personas con servicios de atención, expresó Kates, si bien en la
actualidad el PEPFAR “presta atención a aproximadamente 15 millones de
personas, incluidas más de 4,5 millones” de huérfanos y niños vulnerables.
La atención de los niños, cientos de miles que han
quedado huérfanos después de la muerte de sus padres a causa del SIDA, fue una
prioridad urgente cuando el programa comenzó en el año 2003, y el PEPFAR ha
“brindado un apoyo sin precedentes” para ese grupo vulnerable en los años
siguientes.
El PEPFAR, que fue concebido durante la
administración del presidente George W. Bush, representó el mayor esfuerzo
jamás hecho por un gobierno para abordar un solo problema de salud. El concepto
era nuevo y no había sido puesto a prueba, pero el informe del IOM valida el
enfoque y los resultados que ha alcanzado: Millones de vidas salvadas y
mejoradas.
“Creo que lo que es esencial para aquellos que
trabajan en cuestiones de VIH, es que [el PEPFAR] ha brindado evidencia de
principios de que esto es posible”, dijo Kates. “Un programa de gran extensión
se puede intensificar exitosamente en países con una elevada carga de
enfermedades”.
A principios de la última década, se plantearon
dudas importantes en cuanto a que dicha misión fuera posible, expresó Kates. El
PEPFAR comenzó en 2003 como un programa de 15.000 millones de dólares, pero las
inversiones de Estados Unidos para el alivio del SIDA actualmente han aumentado
a más de 37.000 millones de dólares en ayuda bilateral. Estados Unidos ha
donado también más de 7.000 millones al Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA,
la Tuberculosis y la Malaria.
“Estamos orgullosos del que el IOM haya manifestado
que el PEPFAR ha tenido un papel transformador en la respuesta mundial al VIH”,
expresó Eric Goosby, el coordinador mundial de Estados Unidos para el SIDA,
quien supervisa el PEPFAR. “Estamos dispuestos a continuar cumpliendo con este
papel a medida que trabajamos junto con nuestros asociados en todo el mundo
para dar origen a una generación sin SIDA”.
La administración Obama anunció, durante el Día
Mundial del SIDA 2012, su intención de trabajar hasta lograr una generación sin
SIDA, una estrategia basada en parte en métodos de prevención más efectivos.
“Es la única manera de superar esta epidemia",
manifestó Ann Kurth, miembro del comité del Colegio de Enfermería de la
Universidad de Nueva York. Una generación sin SIDA sólo se podrá lograr cuando
los esfuerzos de prevención sean tan amplios que las infecciones nuevas sean
mínimas y superadas por la cantidad de nuevas personas que reciben tratamiento
ART.
El comité del IOM trabajó durante cuatro años para
elaborar el informe de aproximadamente 700 páginas. Los miembros del panel
entrevistaron a más de 400 personas que trabajan en actividades del PEPFAR y
realizaron viajes a 13 países en América del Sur, África y Asia para estudiar
la aplicación de los programas en las regiones afectadas.
El PEPFAR estaba en proceso de evolución mientras el
estudio estaba en etapa de preparación, de modo que muchas de las medidas que
recomienda ya han sido puestas en práctica. El éxito a largo plazo para
contener la enfermedad, afirma el informe, dependerá de que los países hagan
una transición. En lugar de beneficiarios de ayuda de emergencia, deben
convertirse en auxiliares de los sistemas de atención médica que rutinariamente
prestan servicios de tratamiento, atención y prevención.
Un resumen del informe indica que el proceso avanza
a buen ritmo. “El PEPFAR ya ha logrado mejorar la función de los sistemas de
salud. Ha fortalecido los laboratorios, [y] ha reforzado la confiabilidad de
los suministros y medicamentos esenciales.”
La capacitación de cientos de miles de trabajadores
en el ámbito de la atención médica lograda con el PEPFAR es otro paso en esta
dirección, manifiesta el informe.
Ahora que la urgencia de la crisis del SIDA ha
menguado levemente, aseveró Kurth, los países que reciben la asistencia del
PEPFAR deben enfocarse aun más en los resultados, como reducir las infecciones,
reducir las muertes, ayudar a los pacientes a cumplir con la rutina de atención
y aumentar el acceso a los análisis de detección de VIH.
“Si bien nuestro trabajo está lejos de darse por
finalizado”, según Goosby, “creemos que nuestro mejor momento está aún por
venir mientras trabajamos junto con la comunidad mundial para ayudar a los
países a alcanzar el punto de inflexión en sus epidemias, y con el tiempo
mantener sus respuestas al SIDA”.
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