CARACAS, Venezuela.— Apenas comenzaba a caer la
tarde en esta ciudad cuando el Presidente cubano Raúl Castro Ruz, llegó
acompañado por el mandatario Nicolás Maduro al Cuartel de la Montaña, lugar
donde descansan los restos mortales del Comandante Hugo Chávez Frías.
Con una rosa blanca en la mano y su acostumbrado
saludo militar, Raúl se presentó ante el sarcófago del querido amigo. Luego
avanzó junto a Maduro por la rampa de acceso que circunda la tumba y asemeja
los pétalos de una orquídea rodeada por un espejo de agua, diseñada en apenas
tres días por el arquitecto venezolano Fruto Vivas.
Momento de especial significación resultó cuando el
Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros depositó su flor sobre la
losa de mármol venezolano que cubre el ataúd. Con ternura pasó su mano por la
lápida, como quien vuelve a abrazar al compañero de tantas victorias. Allí leyó
las palabras de Chávez grabadas sobre la piedra y que forman parte del Plan de
la Patria: «Les propongo que sigamos luchando como diría nuestro cantor Alí
Primera ‘por la alborada de un mundo nuevo’, de una Patria independiente y
Socialista donde podamos vivir viviendo, inspirados en los más altos valores
del humanismo. En ello, yo, soldado tuyo, pueblo mío y amado, pongo todo mi
corazón venezolano».
Más tarde, se interesó por conocer detalles sobre el
diseño del lugar, la música que se escuchaba constantemente en voz del propio
Chávez, la temperatura y la luz de este conmovedor recinto que como dijera el
canciller Elías Jaua en conversación con Raúl, es «el sitio perfecto donde el
Comandante quisiera estar, donde está más resguardado, al lado de la milicia y
también al lado del pueblo».
Durante más de tres horas, el mandatario cubano
permaneció en el Cuartel de la Montaña donde presenció dos cambios de la
guardia de honor militar que de forma permanente custodia el descanso de
Chávez. Poco después de la llegada de Raúl, se les unió el Presidente
nicaragüense Daniel Ortega. Juntos recorrieron las salas que atesoran en fotos
los más importantes momentos de la vida del líder bolivariano.
Expuestas están las tiernas imágenes familiares,
también los momentos históricos de sus luchas por la liberación definitiva de
Venezuela. Impresionantes resultaron las fotografías con líderes de América
como el Comandante en Jefe Fidel, el propio Raúl, la Presidenta argentina
Cristina Fernández, entre otros, muestras todas de la integración
latinoamericana y caribeña que tanto defendió Chávez. Detalles de cada una de
estas fotos, ofreció Maduro a Raúl y Ortega, quienes posteriormente se
reunieron en el Cuartel con el propósito de ajustar planes de trabajo para la
Patria Grande.
Al concluir el recorrido el Presidente venezolano
entregó a Raúl dos morrales, uno de ellos para Fidel. Conocida como el «Morral
de los sueños de Chávez», esta mochila simboliza el estuche de los sueños de
Hugo Chávez. Entre los objetos que contiene están la Constitución Bolivariana y
el Programa de la Patria, devenido en testamento político del Comandante
Invicto.
Finalmente, después de despedir al General de
Ejército, Maduro dijo a la prensa cubana que continuará fortaleciéndose entre
ambos países la colaboración en materia de educación, salud, deporte,
integración y complementación económica, inversiones conjuntas, entre otros
sectores. «Ahora es que viene trabajo para unir a las patrias de Martí y
Bolívar, de Chávez y Fidel, vamos a profundizar el camino de la independencia,
el camino de la unión y sobre todo el camino de la construcción de un modelo
verdaderamente humano y solidario, de unión de nuestros pueblos. Somos un solo
pueblo, el pueblo cubano y el pueblo venezolano.»
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