LISBOA.- Portugal anuncia nuevas medidas de austeridad que
incluyen prescindir de 30.000 funcionarios, recortar el sistema de pensiones,
retrasar un año la jubilación -a 66- y ampliar, de 35 a 40, las horas semanales
de trabajo en la Administración.
El primer ministro conservador, luso Pedro Passos
Coelho, explicó los recortes presupuestarios en una alocución al país en la que
cifró en 4.800 millones de euros los ahorros que espera conseguir hasta 2015
para hacer el Estado sostenible y cumplir los compromisos del rescate
financiero del país.
El líder conservador subrayó que su plan está
abierto al "diálogo" con la oposición, los empresarios y los
sindicatos, pero advirtió que si Portugal no consigue bajar en esa cantidad los
presupuestos estatales volvería a verse "al borde la quiebra" y en
peligro de abandonar la zona euro.
Portugal todavía tiene un déficit excesivamente
elevado (del 6,6 %) y no ha resuelto el problema del endeudamiento público (más
del 120 % del PIB), recordó el primer ministro, que consideró el ahorro en el
gasto público "crucial" para que el país supere la crisis económica,
regrese a los mercados y genere crecimiento y empleo.
Aunque admitió la dureza de los esfuerzos pedidos a los
ciudadanos, aseguró, a los que se preguntan "si valen la pena", que
"fallar ahora sería desperdiciar esos sacrificios". Según Pasos
Coelho, su plan de saneamiento del Estado se limita a reducir el gasto público
y no incluye más impuestos porque perjudicarían la recuperación económica del
país.
La
administración pública
Por eso, explicó, pretende "tornar el Estado
más eficaz y sostenible" con reducciones de gastos en los ministerios, el
personal administrativo y el coste de la Seguridad Social.
La ampliación del horario laboral de los
funcionarios, de 35 a 40 horas semanales, equiparará ese sector a la empresa
privada y generará grandes ahorros en personal y pago de horas extraordinarias,
subrayó.
El sistema de pensiones sufrirá varias reformas,
algunas solo enunciadas hoy, como la aplicación de un carga fiscal especial a
los pensionistas, para hacerlo menos gravoso.
Además, la edad general de jubilación con todos los
derechos retributivos se retrasará a los 66 años, aunque se mantiene legalmente
en 65 años con una penalización en las prestaciones. En las fuerzas armadas y
los cuerpos de seguridad no se permitirá el retiro antes de los 58 años.
En la Administración se reducirán estructuras y
gastos corrientes, se crearán nuevos sistemas de cualificación, contratación y
suplementos salariales y se prescindirá de 30.000 del cerca de medio millón de
empleados públicos que tiene Portugal, cuya población es de 10,5 millones de
habitantes.
La alocución de Passos Coelho desveló otra tanda de
las medidas de austeridad ya anunciadas de forma parcial varias veces el pasado
mes de abril y que se refieren tanto a una reforma estructural del Estado como
a las necesarias para compensar los recortes anulados hace cuatro semanas por
un fallo del Tribunal Constitucional.
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