SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La fractura
insalvable del PRD y el desplome de la popularidad del expresidente Leonel
Fernández han comenzado a proyectar un vacío de liderazgo alternativo al poder
que busca hacer pasar al presidente Danilo Medina sin arruga por el aro de la
reelección en las elecciones programadas para mayo de 2016, en apenas dos años
y nueve meses.
Más aún porque las posibles candidaturas fuera de
Leonel Fernández en el Partido de la Liberación Dominicana “no pegan ni con
cola...”. Pero constituye una tentación el artículo 210 de la Constitución de
la República que le abre la brecha a una ley de Referéndum, que de ser aprobada
por mayoría calificada de dos terceras partes del Congreso, obligaría a una
consulta popular sobre la reelección del Presidente Medina.
En semejante escenario nadie duda que en un
Referéndum se impondría el “SÍ” frente al “NO” de la reelección a partir de los
niveles de popularidad de Danilo y la aceptación que ha tenido el gobierno que
en 12 días cumple su primer año.
De aprobarse ese referéndum, que de hecho constituye
una consulta popular, la Constitución de la República agregaría un transitorio
que permitiría la reelección de Danilo.
El propósito ha comenzado a sonar bien en los oídos
de algunos estrategas del danilismo, y aunque el Presidente no está convencido
de que su gobierno pueda seguir más allá del 2016, no descarta ninguna
posibilidad y tampoco ha desautorizado a quienes promueven esa idea dentro y
fuera de su partido y de su gobierno.
Es un globo de ensayo que empieza a cobrar cuerpo en
la medida en que el Partido de la Liberación Dominicana no acaba de encontrar
la figura del relevo en la “fábrica de presidentes” de Leonel Fernández, en
especial porque las encuestas a lo interno del gobierno y del liderazgo
peledeísta no proyectan la recuperación de Leonel...
“Todo lo contrario, la popularidad del Presidente
Fernández ha seguido descendiendo en las últimas mediciones... Y eso es muy
preocupante porque las candidaturas alternativas que han salido en el partido
tienen aceptación cero”, comentó uno de los científicos españoles que observan
la fluctuación del mercado político dominicano.
Leonel
frente a la reelección
Para hacer posible invocar la figura del referéndum
mediante una ley que exigiría una aprobación de calidad –o sea, con dos
terceras partes de los legisladores presentes en la sesión–, se necesitaría
indefectiblemente el apoyo de Leonel Fernández. Frente a esa realidad hay
quienes erróneamente estiman que el presidente del PLD no afilaría cuchillo
para su garganta apoyando semejante iniciativa, pero pudiera darse el caso que
quien deba convencer a Danilo para esta jugada política sea precisamente el
propio Leonel Fernández.
Porque si Leonel no logra recomponer su imagen al
cabo de un año deberá abandonar su plan de retorno al poder en 2016, y en esa
situación sólo mantendría vigencia electoral más allá de las próximas
elecciones si Danilo Medina se reelige y sigue en el gobierno hasta el 2020.
Leonel, que maneja la política a partir de su
referente histórico, sabe bien que imponer una candidatura presidencial por
encima de su potencialidad popular sería un suicidio en su carrera política. En
2016 Leonel tendrá apenas 62 años, la misma edad que tenía Balaguer en el 66 y
a partir de ahí gobernó por 22 años.
A los 64 años, dos más que los que tendrá Leonel en
2016, fundó el profesor Juan Bosch el PLD y desde entonces fue su candidato
presidencial en cinco ocasiones.
Leonel, consecuentemente, no tiene que poner en
riesgo su futuro político si las condiciones les resultaran adversas a su
candidatura en las elecciones venideras. Lo que si le exige su experiencia y el
sentido común es actuar con inteligencia en un escenario como ese...
La eventual continuidad de Danilo en el poder le
daría vigencia a Leonel para relevarlo en el 20. Cualquier otro candidato de la
cantera peledeísta significaría el relevo automático de Leonel que se
convertiría a partir de entonces en el clásico jarrón de porcelana china: “todo el mundo lo quiere, pero nadie halla
dónde ponerlo...”
Como le pasó a Felipe González en España la década
pasada cuando con apenas 56 años dio un paso al costado para que pasara un
jovencísimo José Luis Rodríguez Zapatero que en poco tiempo lo despachó a un
retiro inmerecido.
En ese razonamiento lógico, Leonel Fernández podría
terminar convertido en el principal promotor de la reelección de Danilo Medina.
Y así funcionaría sin ninguna dificultad la invocación de una figura que Leonel
metió casi de contrabando en la Constitución de 2010: el Referéndum...
La cantera peledeísta
Enoja a algunos aspirantes a candidatos en el PLD
que le digan que no pegan ni con cola...
Reinaldo Pared, Francisco Javier García, Francisco
Domínguez Brito, Radhamés Segura y Temístocles Montás, se han tirado al ruedo
procurando la candidatura presidencial de su partido.
De los cinco, sólo Francisco Javier y Radhamés
Segura tienen estructura política para sustentar sus aspiraciones en los
niveles bajos, medios y altos del PLD. Francisco Javier porque ha sido jefe de
campaña en las últimas cinco elecciones del PLD, y Radhamés porque viene de una
precandidatura en el proceso pasado que le granjeó buena aceptación entre
muchos dirigentes de los barrios y de los pueblos.
Después está Reinaldo Pared, a quien le favorece su
condición de secretario general, pero que no cuenta con un trabajo en la base
del partido a pesar de que ha ganado las últimas dos candidaturas senatoriales
representando el Distrito Nacional.
Domínguez Brito difícilmente pueda pasar en un
escenario adverso, porque en su condición de procurador general de la República
ha tenido que enfrentar grupos de poder en su partido a los que se les ha
vinculado con actos de corrupción en los pasados gobiernos de Leonel.
Y Temo Montás ha enarbolado la alternancia en el
poder para sustentar su aspiración a candidato, y asumido una actitud crítica
frente a Leonel Fernández entendiendo que al PLD no le convendría que en el
próximo proceso el presidente del partido vuelva a asumir la candidatura. La
cantera peledeísta para sacar el próximo candidato del PLD, sin embargo, luce
mucho más auspiciosa que en el PRD, que ni cantera tiene. Y los reformistas se
empeñan en reunificarse en procura de ir a las elecciones con candidaturas
propias. ¿Candidaturas propias, dijo...?
¿Y
LA OPOSICIÓN? ¡BIEN, GRACIAS!
El resto de la oposición luce desarticulada. Los
partidos emergentes no son capaces ni siquiera de plantearse una alianza para
procurarse un candidato común. Esperan a ver por donde sopla el viento para
sumarse a la alternativa que vean con mayor posibilidad para arrimarse en busca
de la clásica migaja del poder.
Sólo el señor Guillermo Moreno parece haberse
despegado de la recua de partidos pequeños que hacen bultos electorales para
venderse empaquetados. Moreno, sin embargo, no ha podido articular un proyecto
presidencial creíble. Y las dos veces que se ha presentado como candidato ha
arrastrado la pérdida de la personería jurídica de las dos formaciones que lo
han postulado indistintamente. El cuadro electoral del 16, consecuentemente,
luce difuso si se toma en cuenta que las formaciones políticas dominicanas no
proyectan con claridad a sus potenciales abanderados.
Ni siquiera el partido de gobierno, abocado en estos
meses a la celebración de su VIII Congreso Norge Botello, tiene clara una
perspectiva electoral confiable... El PRD no ha sido capaz de solucionar su
gravísima crisis interna; el Partido Reformista, pese al esfuerzo de Carlos
Morales Troncoso, no da señales de su histórico vigor... Y ni hablar de las
llamadas “fuerzas emergentes”.
¿En un escenario como ese podría resultar ocioso
plantearse el referéndum para hacer posible la reelección de Danilo Medina?
La pregunta tiene una respuesta inmediata: ¡Ya hay
mucha gente trabajando en eso...!
Por
CÉSAR MEDINA/Listín Diario
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