Este domingo 8 de septiembre pasado, murió, justo el
día que cumplía 47 años, Pedro Livio Brea Cedeño, nieto del héroe nacional
Pedro Livio Cedeño y padre de mi primer nieto, Pedrito, un niño adorable que
acaba de cumplir 10 años.
Hace como dos años Pedro visitó al médico porque
llevaba varios días sintiendo un fuerte dolor de cabeza que no cedía con
analgésicos. Lo que parecía un quebranto simple, terminó con el diagnóstico de
un tumor cerebral “de origen benigno”.
La primera cirugía, poco tiempo después, hizo
presagiar lo peor. El tumor era maligno, pero su extirpación total y el
consiguiente tratamiento a base de quimioterapia hizo surgir buena esperanza y
Pedro se reintegró a su vida productiva.
Meses después volvieron los síntomas pesarosos. El
tumor había reaparecido y nuevamente se sometió a una cirugía de extirpación de
la masa cerebral cancerosa.
Desde entonces Pedro no fue el mismo. Las visitas al
médico se hicieron más continuas y el presagio comenzó a ser cada vez peor en
la medida en que iba perdiendo facultades físicas y motoras.
La tercera y última operación se le practicó hace
alrededor de un mes, y a partir de entonces ya no volvió a levantarse. Este
domingo falleció rodeado del cariño de sus seres queridos... Justo el día que
cumplía 47 años de edad... Un hombre muy joven, útil, buena persona, buen
padre, buen hijo, buen compañero, buen amigo...
Su
origen, su vida...
Cuando mataron a Trujillo el 30 de mayo de 1961 la
gente de San Cristóbal no podía salir del asombro... No sólo porque “el jefe
era inmorible”, sino al conocerse en los días subsiguientes los nombres de los
implicados en su ejecución.
Entre ellos había algunos con fuertes vínculos
familiares con algunas de las familias más conocidas del pueblo. Los Díaz, por
ejemplo: Modesto, Juan Tomás, que aunque eran originarios de Baní, estuvieron
vinculados toda la vida a la gente de San Cristóbal.
Pero cuando todo el mundo se llenó de asombro fue al
ver en los diarios de la época la foto de Pedro Livio Cedeño, herido en la
refriega donde cayó muerto Trujillo, uno de los complotados de acción directa
en el magnicidio.
Cedeño era higüeyano, pero tenía un vínculo político
con Trujillo a través de José Pimentel Dechamps, amigo íntimo del tirano desde
su niñez, y padre de la señora Josefina Pimentel Boves, entonces gobernadora de
San Cristóbal y exesposa de Cedeño.
El matrimonio había procreado dos hijos, Pedro y
Adanela, que a la muerte de Trujillo eran ya dos adolescentes que estudiaban
fuera del país. La pareja se había divorciado, y Pedro Livio Cedeño había
contraído nuevas nupcias.
Adanela
y Pedro Livio Cedeño
El hijo mayor de Pedro Livio Cedeño, que llevaba su
nombre, murió jovencísimo, también de un cáncer cerebral cuando apenas tenía 23
ó 24 años. No dejó descendencia, pero su hermana Adanela, menor que Pedro,
tiene cinco hijos, y el segundo de ellos, Pedro Livio, falleció anteayer.
De la descendencia de Pedro Livio Cedeño, Pedro fue
su segundo nieto varón. Fue una condición que llevó siempre con mucho orgullo y
se enorgullecía de su abuelo para dejar su valor como ejemplo a su hijo Pedro
Augusto.
La muerte de Pedro ha llenado de pena y
consternación a mi familia completa.
Pedro y mi hija Taína estaban divorciados y él había
contraído nuevas nupcias con una buena muchacha, María Luisa Victoria, que ha enviudado muy joven. Pero en lo
personal la condición de ser el padre de mi primer nieto, y porque fue un
hombre bueno y respetuoso, lo sitúan dentro de mis afectos más puros y
sinceros...
...Es que Pedro se hizo parte de nuestra familia,
que está hoy de luto.
Por CÉSAR MEDINA
El autor es periodista
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