A menos de 48 horas de entrar en default, EEUU avanza en la aprobación de la deuda
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WASHINGTON.- Tras varios días de bloqueo, el jefe de
la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid; y el de la minoría republicana,
Mitch McConnell, evocaron la posibilidad de una rápida solución al
enfrentamiento que paraliza al Estado federal desde hace dos semanas.
"Hicimos avances fenomenales, todavía no
llegamos a un acuerdo, pero los avances son fenomenales", dijo Reid al
concluir una nueva jornada de negociaciones infructuosas. "Esperamos que,
tal vez, mañana (por el martes) sea un gran día", agregó.
El martes por la mañana, un plan elaborado por ambos
dirigentes debe ser presentado a un grupo de senadores republicanos. Según uno
de ellos, Bob Corker, recién a mitad de jornada deberían ser conocidos los
detalles del acuerdo.
"El marco del acuerdo ya ha sido establecido,
pero todavía hay que precisar detalles", dijo a la prensa.
El optimismo era compartido por la Casa Blanca, pero
todavía faltaba superar resistencias de legisladores republicanos, sobre todo
en la Cámara de Representantes, en la que un grupo de parlamentarios del Tea
Party, el sector más conservador del partido, se mantenía hasta el momento
reacio a toda concesión.
Varios medios de prensa indicaron que el acuerdo
incluiría una medida que permitiría al Tesoro continuar solicitando créditos
hasta febrero y al Estado federal reabrir por completo hasta mediados de enero,
a cambio de diversas concesiones de los demócratas sobre ciertos aspectos de la
ley de reforma del sistema de salud.
Negociaciones presupuestarias formales serían de
inmediato iniciadas entre el Senado y la Cámara de Representantes para el resto
del año 2014.
El plan, que no ha sido oficializado, sería
presentado a la bancada republicana en el Senado en la mañana del martes, a
puertas cerradas.
Reid y McConnell asumieron la conducción de las
negociaciones el fin de semana, tras el fracaso de los contactos entre la Casa
Blanca y el presidente republicano de la Cámara de Representantes, John
Boehner.
Los tres dirigentes, así como la líder de la minoría
demócrata en la Cámara, Nancy Pelosi, debían participar en la tarde de este
lunes en una reunión con el presidente Barack Obama, pero la Presidencia indicó
que la reunión fue postergada "para permitir a los líderes del Senado
continuar avanzando hacia una solución para subir el límite de endeudamiento y
reabrir servicios públicos".
En todo caso, la Cámara baja, donde los republicanos
están bajo fuerte influencia del ultraconservador Tea Party, deberá
pronunciarse sobre un eventual acuerdo en el Senado.
"Si esta semana no empezamos a hacer verdaderos
avances, tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado, y si los
republicanos no aceptan dejar de lado sus preocupaciones partidarias (...)
corremos el riesgo de entrar en default", aseguró Obama.
Uno de los galardonados con el premio Nobel de
Economía, Robert Shiller, que obtuvo este lunes el premio junto a otros dos
economistas, minimizó el riesgo de default.
"Creo que la crisis se resolverá. No veremos un
default. Y si lo vemos, será por un día o algo así, incluso si es más tiempo no
es el fin del mundo", señaló.
Fecha
límite
El Departamento del Tesoro advirtió que a partir del
jueves no podrá hacer frente a sus compromisos, por lo que para esa fecha el
Congreso debería votar una ley para elevar el límite de endeudamiento y evitar
una cesación de pagos.
La suerte del dólar, moneda de reserva mundial, y
los bonos del Tesoro, colocaciones consideradas como las más seguras del
planeta, dependen de las negociaciones que republicanos y demócratas realizan
en el Congreso, y particularmente en el Senado.
Los republicanos quieren sacar provecho del apremio
para obtener reformas en el presupuesto, en particular en el sistema de
jubilaciones y el plan de salud pública para los mayores de 65 años y los más
necesitados, programas que consumen un 43% del presupuesto federal.
Obama se ha negado a negociar con "una pistola
en la cabeza" y acusa a los republicanos de irresponsabilidad.
La oposición retruca que gracias a una similar
estrategia, Bill Clinton se avino, cuando era presidente, a realizar
concesiones sobre el presupuesto.
El propio Obama se vio obligado en agosto de 2011 a
aceptar recortes anuales programados en el presupuesto hasta 2021.
Los legisladores deben resolver dos asuntos al mismo
tiempo: aumentar el límite de la deuda y adoptar una ley de presupuesto que
permita la reapertura de las agencias federales, cerradas desde el 1º de
octubre, a falta de la aprobación de un presupuesto para el año fiscal 2014.
Riesgo
de recesión
El techo de la deuda es el monto máximo por el que
puede endeudarse el gobierno, que no puede ser superado. Pero el gobierno
federal se financia con déficit (3,9% del PIB en 2013), y está obligado a
seguir endeudándose para renovar su deuda y financiar sus gastos.
Nadie sabe la fecha exacta en la que el Tesoro
dejaría de asegurar sus pagos. Podría ser en cualquier momento después del 17
de octubre, en función de las variaciones diarias de la tesorería. Una
estimación de la Oficina de Presupuesto del Congreso coloca esa fecha entre el
22 y el 31 de octubre.
Christine Lagarde, directora general del FMI, dijo
el domingo en una entrevista con la cadena NBC que las repercusiones superarían
las de la crisis de 2008.
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