PARÍS.- El médico alemán que atendió a Michael
Schumacher en el accidente de moto sufrido en 2009 en Cartagena (España),
afirma que la mitad derecha de su cerebro quedó dañado entonces y que sus
secuelas afectan al conjunto del riego cerebral.
"La arteria izquierda se quebró. Y solo hay dos
arterias, que se encargan del riego al cerebelo", apunta el doctor
Johannes Peil, director de la clínica deportiva de Bad Nauheim, en
declaraciones que publica hoy el popular diario "Bild".
Peil, quien estos días ha visitado a Schumacher en
el hospital de Grenoble donde está ingresado desde el pasado domingo, atendió
en febrero de 2009 al heptacampeón de Fórmula Uno tras el accidente sufrido en
una pista de pruebas donde practicaba motociclismo.
Hasta la grave caída del pasado domingo, mientras
esquiaba en los Alpes franceses, ese había el accidente de consecuencias más
graves de su vida.
El cerebelo dirige la motricidad, apunta ese
rotativo, sobre todo en lo que se refiere a la capacidad de reacción.
El doctor considera, sin embargo, que las secuelas
de esa lesión no afectan las posibilidades de Schumacher de recuperación, tras
el accidente del domingo.
Schumacher está en coma inducido desde el domingo y
se le han practicado varias intervenciones para extraerle edemas cerebrales.
La portavoz del campeón alemán de Fórmula Uno,
Sabine Kehm, indicó hoy que continúa en estado crítico, pero estable.
La policía francesa interrogó ayer al hijo de
Schumacher, Mick, de 14 años, quien estaba presente cuando el expiloto de
Fórmula Uno sufrió el accidente de esquí, informaron medios franceses.
Los agentes interrogaron a otras dos personas del
entorno directo del expiloto en el hospital de Grenoble.
Esas fuentes afirmaban también que la familia
entregó a los investigadores la cámara de tipo deportivo que llevaba Schumacher
en el casco cuando se estrelló contra unas rocas fuera de las pistas de la
estación de Méribel, en los Alpes franceses.
La justicia francesa ha abierto una investigación
para determinar las circunstancias del siniestro y establecer si pueden
derivarse responsabilidades, por ejemplo en razón de una eventual señalización
deficiente de los límites de las pistas.
Kehm se esforzó en subrayar estos días que no esquiaba
a gran velocidad cuando se produjo el choque y que se había desviado para
auxiliar uno de los miembros del grupo con el que esquiaba que había tenido una
caída.
Schumacher, que ayer cumplió 45 años, se encuentra
en coma inducido, en un estado crítico, pero estable.
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