RÍO DE JANEIRO, (10 Mayo).- Brasil puso en marcha
hoy una operación de fiscalización en las fronteras en la que participan 30.000
miembros de las Fuerzas Armadas y que forma parte de los planes para garantizar
la seguridad durante el Mundial de fútbol que el país organiza y que comienza
en 33 días.
Se trata de la Operación Ágata 8, una movilización
especial que las Fuerzas Armadas brasileñas realizan anualmente en sus 16.886
kilómetros de fronteras con otros diez países suramericanos y que este año fue
incluida en los planes de seguridad del Mundial, informó el Ministerio de
Defensa en un comunicado.
La operación fue desplegada en la mañana de este
sábado, se extenderá hasta el final del Mundial y cuenta con la participación
no sólo de militares del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea sino también con
agentes de las policías regionales, la policía de carreteras, la Policía
Federal y otros organismo como la Aduana y el Instituto Brasileño de Medio
Ambiente.
La operación Ágata es habitualmente "la mayor
movilización realizada por el Estado brasileño en el combate a los ilícitos del
norte al sur del país, entre Oiapoque (el municipio más septentrional de
Brasil) y Chuí (el más meridional)", según el comunicado del Ministerio de
Defensa.
La nota aclara que las autoridades de los países
vecinos fueron informado previamente sobre la intensa movilización militar.
De acuerdo con el Ministerio, ante los compromisos
asumidos por el país para organizar un Mundial que será disputado en 12
ciudades de diferentes regiones del país, el Gobierno decidió que la octava
edición de Ágata se extendiera a todas las fronteras terrestres y no sólo a una
parte.
La operación de 2014 es similar en extensión pero no
en número a la desplegada el año pasado poco antes de que Brasil organizase la
Copa Confederaciones, un torneo considerado como preparatorio para el Mundial.
El objetivo de la movilización militar es combatir
todos los crímenes fronterizos, principalmente narcotráfico, contrabando,
tráfico de armas, violaciones ambientales, contrabando de vehículos,
inmigración ilegal y explotación mineral en áreas preservadas.
Ágata 8 es coordinado desde ocho centros de comando
en ciudades próximas a las fronteras como Manaos y Belén, en la Amazonía, Oeste
y Campo Grande, en el oeste del país, y Porto Alegre, en el sur.
La Marina movilizó navíos de patrulla fluviales y
navíos de asistencia hospitalaria, así como helicópteros UH-12, lanchas y
balsas.
El Ejército, por su parte, puso en operación a
miembros de diferentes batallones de Infantería de Selva, Infantería de
Frontera y Mecanizados, así como unidades de Ingeniería, Caballería, Logística,
Aviación, Comunicación y Guerra Electrónica.
Según el Ministerio de Defensa, la llamada franja de
frontera, es decir todo el territorio brasileño a menos de 150 kilómetros de la
frontera, comprende el 27 % de la extensión del país y abarca 122 municipios
limítrofes y 588 no limítrofes.
Además de las fronteras, las Fuerzas Armadas también
serán movilizadas en las ciudades sedes del Mundial para garantizar la
seguridad durante el evento.
El operativo planeado por el Gobierno para
garantizar la seguridad del Mundial, que prevé la movilización de 170.000
policías y soldados e inversiones por 1.900 millones de reales (unos 801
millones de dólares), es el mayor ya realizado para un campeonato de la FIFA,
según fuentes oficiales.
En la operación participarán 150.000 miembros de los
diferentes cuerpos de policía y de las Fuerzas Armadas, así como 20.000 agentes
de seguridad privada que actuarán dentro de los estadios.
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