PARÍS (20 Agosto 2014).- François Hollande ha vuelto
de las vacaciones pisando fuerte. Quiere avanzar "más rápido y más
fuerte" en el plano económico para sacar a Francia del estancamiento y ha
anunciado un paquete de reformas fiscales para aumentar el poder adquisitivo de
los franceses y estimular la actividad. El socialista ha encargado al Gobierno
galo, que ha celebrado esta mañana su primer consejo de ministros tras el
descanso estival, que emprenda "grandes reformas" porque "hay
que ir más rápido y más lejos".
Hollande ya adelantaba hoy en una entrevista al
diario Le Monde su plan de acción para el otoño, que incluye una reforma del
impuesto sobre la renta, un plan para estimular el sector de la construcción y
la vivienda, medidas para aumentar el poder adquisitivo de los franceses y
ventajas fiscales a los trabajadores más precarios.
Estas dos últimas semanas al Ejecutivo se le han
acumulado los malos datos económicos. La semana pasada el Instituto de
Estadística confirmó que el crecimiento en Francia fue nulo en el segundo
trimestre del año, igual que en el primero, y París ha tenido que revisar a la
baja sus previsiones de cara a 2014.
Criticado por la oposición y cada vez más impopular
entre los franceses (según la última encuesta publicada este fin de semana, el
80% no confía en sus medidas para sacar a Francia de la crisis), Hollande
quiere demostrar que no va a quedarse de brazos cruzados, que va a continuar en
la misma línea de las reformas aprobadas hasta ahora pero que va a acelerar el
paso.
Ventajas a los precarios
Las nuevas medidas que ya prepara el Gobierno
incluyen una reforma fiscal que pretende aliviar la economía de los hogares más
modestos y que más están sufriendo la crisis. El presidente quiere reformar del
impuesto sobre la renta, para hacerlo "más justo y más simple" y ha
anunciado también un proyecto de ley para aumentar el poder adquisitivo.
También prevé fusionar la prima para el empleo y el
RSA, dos dispositivos de ayuda a los trabajadores con sueldos bajos. El
objetivo de esta reforma es "estimular la actividad y mejorar la
remuneración" de los asalariados más precarios.
Hollande prepara, además, un plan para relanzar el
sector de la construcción y la vivienda y estimular la inversión para sacarlo
del estancamiento. La construcción de pisos está en su nivel más bajo en 16
años y supone un lastre para la economía gala.
El presidente no prevé modificar su estrategia
política, a pesar de que la oposición y también muchos socialistas creen que
París debería cambiar el rumbo ante la falta de resultados de las reformas
aprobadas hasta ahora. "Cualquier zigzag hará incomprensible nuestra
política", ha advertido a sus ministros.
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