NUEVA YORK (7 Abril 2015).- Alex Rodriguez escuchó
las ovaciones y se quitó la gorra para agradecer. Negoció un boleto en ocho
lanzamientos, pegó un sencillo al jardín contrario y bateó un elevado.
Después de dimes y diretes, una queja, múltiples
demandas y amenazas, seguidas por una inevitable disculpa, un acto de
contrición con aparente libreto y una penitencia que parece eterna, A-Rod
volvió a jugar en las filas de los Yanquis, con el uniforme a rayas y frente a
un público que no le profesó adoración pero que sí le otorgó visiblemente el
perdón en un día soleado que marcó el comienzo de la campaña.
De vuelta tras una suspensión sin precedente que
abarcó una campaña entera por dopaje, Rodríguez recibió una sonora ovación.
Incluso el grupo de fanáticos conocido como Bleacher Creatures coreó el nombre
de Rodríguez, algo poco habitual para un bateador designado.
A-Rod fue colocado séptimo en el orden, algo que no
le había ocurrido en 19 años durante una campaña regular. Bateó de 2-1 y los
Yanquis cayeron por 6-1 ante Toronto.
"Esto significa todo para mí", expresó
Rodríguez después del encuentro. "No pienso que jamás haya considerado que
este aprecio estaba garantizado, pero sí puedo asegurarles que jamás lo pensaré
así durante este año".
Rodríguez está por cumplir 40 años en julio, y
muchos de los viejos rostros no están ya en el club. CC Sabathia se mudó al
banquillo de Derek Jeters, junto a la puerta posterior, mientras que Brian
McCann ocupó el casillero del panameño Mariano Rivera en medio de la
habitación. Ese mismo armario fue utilizado por David Robertson el año
anterior.
A-Rod es el veterano de un equipo que no gana la
Serie Mundial desde 2009, y que se ausentó de los playoffs en dos ocasiones
consecutivas.
En 2009, admitió que había consumido drogas para
mejorar su desempeño de 2001 a 2003, cuando jugaba con Texas, pero aseguró que
desde entonces se había alejado del dopaje. Como mantra, repitió que aquella
falta obedeció que era "joven" y "estúpido", en una
conferencia de prensa frente a sus compañeros.
"Lo único que pido hoy a este grupo y a los
estadounidenses es que me juzguen a partir de este día", indicó en aquella
ocasión.
Pero en 2013, las Grandes Ligas lo pillaron. Un juez
de arbitraje concluyó que había "evidencias claras y convincentes" de
que Rodríguez empleó tres sustancias prohibidas y trató de obstruir en dos
ocasiones la investigación sobre el dopaje en este deporte.
Luego de purgar la suspensión, emitió un comunicado
de su puño y letra, en el que asumió "la plena responsabilidad por los
errores" sin dar detalles sobre los mismos.
Dijo ante los investigadores
federales que había consumido esteroides, de acuerdo con un abogado del ex
coach de pitcheo de la Universidad de Miami.
Nueva York le adeuda 61 millones de dólares por las
últimas tres temporadas de su contrato, y su relación con la gerencia fue tensa
antes de la pretemporada.
Muchos aplausos y algunos abucheos recibieron a
Rodríguez cuando se le presentó antes del juego. Sus compañeros formaban fila
en el terreno, y la foto de A-Rod apareció en la pantalla gigante que se ubica
detrás del jardín central.
"A-Rod", cantaron varias veces los
Bleacher Creatures desde sus butacas por el lado del jardín derecho.
Normalmente, corean los nombres de todos los integrantes de la alineación en el
primer inning, excluyendo al bateador designado.
"No es algo típico", reconoció "Bald
Vinny" Milano, líder de los Bleacher Creatures, en un correo electrónico.
"Simplemente se nos ocurrió que él podía necesitar algo de apoyo. Es
siempre bueno saber que alguien está de tu lado".
Mirando desde la cueva, Rodríguez se quitó la gorra
dos veces para agradecer el gesto.
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