Una vez ganada la Liga con un gol suyo, y con la
Copa en el bolsillo después de otros dos, uno de ellos maravilloso, Messi
afronta la final de Berlín dispuesto a ser decisivo en una nueva final. La
'Pulga' está en un momento único, capaz de decidir marcando o asistiendo, y
todos los focos apuntan a él tras su exhibición en la final copera ante el
Athletic.
Messi aspira a ser el segundo jugador, tras Di
Stéfano, en marcar en tres o más finales de la Copa de Europa. La Saeta lo hizo
en cinco, una marca que todavía queda lejos, pero la 'Pulga' puede dejar atrás
a un puñado de jugadores entre los que están Cristiano, Raúl o Eto'o y situarse
en solitario en el escalón de los que han marcado en tres finales de la máxima
competición continental. No falló ni en Roma ni en Londres, en ambas ocasiones
ante el Manchester United. La Juve es ahora el rival.
Busca Messi además su novena final a partido único
marcando, después de haber anotado en dos finales de Champions, tres de Copa
del Rey, una de la Supercopa de Europa y dos del Mundialito de Clubes. También
ha marcado en cuatro Supercopas de España. Si hay un partido decisivo, Messi
responde, por eso es la mayor esperanza del Barcelona en Berlín y la mayor
amenaza para la Juventus.
El argentino se juega también, aunque sea algo de
menor importancia, ser el máximo goleador en solitario de la presente edición
de la Champions. Messi está igualado con Cristiano Ronaldo con 10 goles, por
delante de Luiz Adriano y Neymar, que suma nueve y también puede terminar como
'Pichichi' de la competición. Tévez, con 7, necesita una heroicidad, pero esto
es la Champions, el territorio de los héroes. Messi quiere serlo de nuevo.
Por MANUEL MALAGÓN/Marca.com
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