BUDAPEST (25 Julio 2015).- En el ecuador de la
temporada, Fernando Alonso y su coche han protagonizado la imagen que mejor
ilustra la situación de McLaren. El español ha tenido que empujar a pulso su
coche hasta los boxes de Hungaroring, tras haber sufrido una nueva avería. El
monoplaza se paró pocos metros antes de la entrada al pit lane y el piloto optó
por moverlo hacia los garajes. Primero solo, y después con ayuda de los
comisarios.
Pretendía apartarlo de la pista, para evitar
riesgos, y llegar cuando antes al taller para intentar solucionar el problema
mecánico. En una insólita escena, el asturiano comenzó a empujar en solitario
las ruedas bajo el bochorno del circuito húngaro, con 50 grados en el asfalto.
Cuando llevaba unos metros, los asistentes se le han unido, encauzando el coche
durante más de 100 metros hacia la entrada al pit lane, donde la pista en
descenso ha ayudado al transporte del McLaren.
Una vez en boxes, sus ingenieros han dado por
terminada la sesión de clasificación de Alonso. En la carrera, partirá desde la
decimoquinta posición. A su compañero, Jenson Button, le fue incluso peor,
eliminado en la Q1 (16º en parrilla). McLaren cierra el sábado con otro fiasco
a pesar de los síntomas de leve mejoría que durante los entrenamientos libres
había dado el coche, cómodo en el revirado circuito de Budapest.
"El coche se quedó sin electricidad. Se paró
dos veces y la última no arranco", relató el asturiano para explicar por
qué no volvió a pista: "No sé si se podía arreglar pero al llegar al box
me dijeron que si el coche no entra rodando por sí mismo no puedes volver a la
crono". Una decepción especial porque Alonso aspiraba a terminar "en
torno al 12 o al 13".
"Investigaremos y encontraremos cuál es el
problema exacto. Ojalá podamos completar la carrera sin contratiempos. En un
fin de semana en el que podíamos estar por primera vez peleando entre los diez
primeros, pero estaremos más atrás, peleando entre el tráfico", zanjó.
Por delante, Lewis Hamilton volvió a imponer su ley,
sumando la novena pole position de la temporada. Nueve de 10 el campeón del
mundo, una apisonadora. Volvió a tumbar a su compañero y a Sebastian Vettel,
tercero otra vez. El domingo lo tiene señalado el inglés para dar un nuevo
golpe en la clasificación antes de tomar las vacaciones de agosto.
Por
JAIME RODRÍGUEZ/El Mundo
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